No dejamos Portugal ni la temática marítima ya que en el penúltimo puesto de la gala final del
tenemos a Vânia Fernandes con Senhora do mar. Pero antes de conocer todos los datos acerca de esta candidatura, disfrutemos de su
Y ahora vamos a tirar del subforo de Prehistoria para conocer todos los datos de esta canción:
Festival: 53ª edición - Belgrado - Beogradska Arena
Cadena: RTP (Rádio e Televisão de Portugal)
Interpretación: 13ª de 25
Letra: Carlos Coelho
Música: Andrej Babić
Idioma: Portugués
Título en español: Señora del mar (Negras aguas)
Clasificación (puntos): 13ª (69)
De todos los países veteranos (anteriores en su debut a 1993) Portugal es el único que no sólo no ha ganado nunca, sino que tampoco ha entrado nunca en el top5, y ya llevaba 41 festivales (con cuatro semifinales consecutivas no superadas entre 2004 y 2007) antes de la edición de Belgrado'08. En la semifinal de Helsinki'07 la canción portuguesa había quedado 11ª y a sólo 3 puntos del décimo puesto, que daba el pase a la final; era el primer síntoma de que algo empezaba a cambiar.
De hecho, en las tres ediciones siguientes Portugal sí conseguirá llegar a la final, y en alguna de ellas de forma muy brillante. En la de Belgrado'08, Vânia Fernandes va a obtener el mejor resultado de la historia eurovisiva portuguesa, un 2º puesto con 120 puntos (en la final sólo será 13ª con 69 puntos para el tema Senhora do mar). En Moscú'09 el grupo Flor de Lis será 8º en su semifinal con la canción Todas as ruas do amor (será 15º en la final). Y en Oslo'10 Filipa Azevedo será cuarta en la semifinal con Há dias assim (y 18ª en la final).
Lucia Moniz sigue ostentando el mejor resultado, un 6º puesto con O meu coraçao nao tem cor en el festival de Oslo'96 (con 92 puntos). Tres veces ha ocupado Portugal el último puesto (1964, año de su debut, 1974 y 1997), una de las cuales es además su clasificación más baja (24º en Dublín'97, con Célia Lawson y Antes do adeus). Dos veces acabó con cero puntos (1964 y 1997). En la cita de Belgrado'08 Portugal llega a su 42ª participación.
El Festival RTP da Canção celebró este año su gala final el 9 de marzo en el Teatro Camões de Lisboa, con Sílvia Alberto en las tareas de presentación. Las diez canciones en competición se sometieron al televoto. Tres coristas eurovisivos (Gonçalo Medeiros -2004-, Francisco Andrade –también 2004- y Ana Ferreira -2007) se hallaban entre los intérpretes del año, integrados en diversos grupos (Big Hit y Blá Blá Blá).
El televoto portugués dio un triunfo clamoroso a Vânia Fernandes que recibió para el tema Senhora do mar 17650 votos, más que la suma de las tres siguientes clasificadas o, lo que es lo mismo, más de un tercio del total de llamadas. La segunda posición fue para Alex Smith con Obrigatório ter (6928 votos) y la tercera para Marco Rodrigues con Em água e sal (5944 votos). Completaron el top5 Ricardo Soler (4º con Canção pop, 4736) y el grupo Blá Blá Blá (5º con Magicantasticamente, 4616).
Senhora do mar, que se acreditaría en Belgrado como Senhora do mar (Negras águas), es una composición del famoso músico croata Andrej Babić, autor y compositor de tres canciones eurovisivas (las de Croacia 2003, Bosnia-Herzegovina 2005 y Eslovenia 2007), con letra del gran compositor portugués Carlos Coelho. Canción favorita para el triunfo antes de la final nacional, es una balada mediterránea con el característico aire tradicional portugués y con un más que reconocible toque balcánico.
El texto es un poético grito de dolor por la muerte en el mar de los seres queridos, referida a los naufragios de los barcos pesqueros. Con evocaciones religiosas, la señora del mar del título bien podría ser una referencia mariana, una dolorida queja por el arrebato de la vida (Ante vos me tenéis rendida / Quién viene a quitar media vida y media paz de esta casa), a la vez que el nombre de la barca que ya no podrá volver a faenar (Ay, negras aguas, olas de lagrimas / Helaron el fuego de mi mirada (Señora del mar) / Ella no vuelve a navegar (Ella no vuelve a navegar). La versión inglesa se tituló Lady of the Sea.
A la portuguesa oriunda de las islas Madeira que se había dado a conocer en el concurso Operação Triunfo le tocó cerrar la segunda semifinal de Belgrado (posición 19ª, tras cuatro canciones que no lograrían el pase a la final, las de Hungría, Malta, Chipre y Macedonia), que a priori era mucho más difícil y competitiva que la primera. La mala suerte y en muchos casos el ninguneo hacia las canciones portuguesas son sombras que nunca terminan de esfuminarse, pero en 2008 la propuesta portuguesa partía con sólidas bazas para ahuyentar ese gafe pertinaz a lo largo de más de cuatro decenios.
La canción gustaba e incluso entusiasmaba, la intérprete tenía una rotunda presencia escénica y una extraordinaria voz que la hacían estar a la altura de las grandes voces lusas, la puesta en escena ofrecía una dramática y exquisita elegancia, con Vânia de negro, los cinco miembros del coro vestidos de blanco inmaculado, y el escenario de azul marinero. Vânia lucía el mismo vestido de la final nacional, con elementos del traje regional de las Madeira, que contribuía a aumentar el sentimiento trágico que pretende transmitir la canción. La presencia de los cinco coristas (Joana Dias, Jonas Lopes, Evelyne Filipe, Luís Sousa y Jessica Pereira) no fue valiosa solamente en el aspecto musical, sino también en la lograda coreografía, sencilla e impactante, probablemente la más bella del año.
La clasificación de Portugal para la final parecía más segura que nunca. Pero la TV serbia, conocedora de la expectación con que se vivía este momento, lo aguantó hasta el último instante. Los presentadores de la gala fueron dando los nombres de los diez clasificados (Ucrania, Turquía, Suecia, Islandia, Dinamarca, Albania, Croacia, Georgia, Letonia) y, a falta de conocer el último sobre, preguntan al público "¿Cuál será el ultimo clasificado?" Se oyó salir el nombre de Portugal de muchos espectadores y, en efecto, lo confirmaron los presentadores mostrando el contenido del sobre.
Por primera vez desde que se creó el formato de la semifinal en la edición de Estambul'04, Portugal se clasificaba para la final. Pero además lo hacía de una forma brillante y sin precedentes, con 120 puntos de dieciocho países (destacando los 12 de Francia y Suiza, el 10 de Islandia y los 8 de Bielorrusia, Croacia y Ucrania) y en la segunda posición, sólo por detrás de Ucrania; sólo tres países (Dinamarca, Macedonia y Turquía) ignoraron la canción portuguesa. El éxito lo refrendó la prensa acreditada en Belgrado, que la eligió como la mejor finalista y la candidata para la victoria final.
En la gala del sábado, la delegación portuguesa salió al escenario en decimotercer lugar, entre las de Turquía y Letonia, justo en mitad de la gala y después del intermedio. No hubo cambios en la interpretación respecto a lo visto en la semifinal, pero las votaciones fueron por otros derroteros. Sólo llegaron 69 puntos de doce países, siendo los más generosos Andorra y Suiza (10) y Francia y España (8). ¿Volvía el gafe, la mala suerte, el ninguneo? ¿Cómo se explica esa caída desde el segundo puesto de la semifinal al decimotercero en la final, cuando en los demás países suele repetirse o variar un par de puestos como mucho? Era el mejor resultado portugués en diez años (en Birmingham'98 el grupo Alma Lusa había sido 12º), pero en mucho aficionados dejó el amargor de una injusticia.