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Ficha técnica completa de la canción
Bielorrusia no es precisamente el país más exitoso que haya pasado por el festival. Mientras sus vecinos ucranianos y rusos acumulaban top 10 y actuaciones memorables que pasarían a la historia, ellos se tenían que conformar con ser el patito feo del este que se contentaba con simplemente pasar a la final.
Precisamente a esta gran final se clasificaron por primera vez en 2007, cuatro años después de su debut en 2004. A día de hoy, aquél Work Your Magic de Koldun sigue siendo el mejor registro histórico de los bielorrusos, un sexto puesto con 145 puntos. A partir de ese momento decidieron que solo se iban a clasificar en aquellas ediciones en las que los organizadores fueran nórdicos, por lo que también pudimos verlos en las finales de 2010, 2013 y 2014. Esta racha se rompió en 2016 cuando Ivan demostró que no hay circo que disfrace a la mona de seda, y se terminó de resquebrajar cuando la pareja más cuqui del universo decidió que ya era hora de pisar una final fuera de los dominios de Encarna y sus amigos.
Dejo esa actuación por aquí porque es demasiado maravillosa como para no aprovechar y ponerla.
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Tras el fracaso de Alekseev, Bielorrusia no tuvo muy claro qué hacer para 2019, ya que al parecer alguien planteó que quizás hacer una pre para tongarla con las mismas era una pérdida de tiempo y dinero. Sea como fuere, parece que Lukashenko la BTRC decidió no hacerle mucho caso a esa persona, porque no solo se confirmó de nuevo el Eurofest, sino que se eliminó el televoto para hacer la elección 100% jurado vamos, que directamente pasaron de fingir que no había tongo. Cuando se anunciaron las 10 finalistas, una canción destacó claramente por encima de las demás, Like It de la niña ZENA . Zinaida Alexandrovna Kupriyanovich nació en Minsk es 2002 y desde pequeña tuvo interés por la música. Intentó varias veces representar a su país natal en el JESC y aunque no lo consiguió, fue copresentadora en la edición celebrada en Bielorrusia en 2018 junto a dos señores de los que ya nadie se acuerda. Like It es un tema pop actual muy pegadizo pero también algo machacón, por lo que se ganó fans y haters casi al mismo tiempo.
El 7 de marzo se celebró la final del Eurofest en la que la niña ZENA arrasó lo cual es lógico puesto que estaba tongada para que ganara ella, recibiendo las máximas puntuaciones de 6 de los 7 jurados. Salvo las fans reventadas de un señor llamado Michael Soul, nadie puso en duda que Bielorrusia había elegido correctamente esta vez, aunque su pase a la final se veía a priori complicado.
ZENA se fue entonces de tour eurovisivo, ya que pudimos verla en el Eurovision In Concert o en la pre-party de Londres, donde hizo gala de un divismo inusual para su corta edad. Con su desparpajo, fue ganándose poco a poco el corazón de los eurofans, que pese a todo, seguíamos sin verla en la final.
Una vez en Tel Aviv, los ensayos de ZENA no convencieron del todo. La prensa, con su habitual dudoso criterio, afirmaba que su directo era regulero y que la puesta en escena estaba un poco recargada. A la reina ZENA le importaba tres cominos lo que dijeran esos señores y se dedicó a reirse sola y a enseñarle a William a pronunciar su nombre:
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Pese a ello, su pase se intuía realmente complicado. Finalmente llegó el día de la semi, en el que ZENA actuó en octava posición, entre la randomada húngara y la intensidad serbia. Como reina que es, nos dio una actuación alegre y desenfadada en la que unos señores vestidos de Jimmy Jump hacían volteretas alrededor de ella, en la que había mucho fuego y en la que unas coristas con gafas de sol hacían el baile de la pata tiesa en el estribillo final. Una vez la fantasía, todos nos dispusimos a conocer los 10 clasificados para la gran final. Lo que no se esperaba nadie era que en el segundo sobre apareciera el nombre "Belarus". Fue claramente el shocking qualifier de la semi, lo cual fue celebrado muy efusivamente por ZENA de la siguiente manera:
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Con posterioridad supimos que se clasificó en décimo lugar, superando a las representantes polacas por solamente dos puntos, que además, no fueron reales porque todavía hay señores en los jurados que no saben hacer un ránking de mejor a peor . Pero la niña ZENA ya estaba en la final .
Como la suerte siempre está de parte de las buenas divas, ZENA sacó el papelito de la segunda mitad, y Encarna le dio el puesto 19, entre Estonia y Azerbaiyán. Aunque Europa esta vez le dio la espalda, ya que finalizó en 24ª posición con únicamente 31 puntos, la bielorrusa tuvo la oportunidad de actuar ante 200 millones de espectadores, cumpliendo así su sueño y devolviendo a Bielorrusia a la relevancia eurovisiva tras un año nefasto.
En el ESC hay muchas injusticias, por lo que siempre se agradece que una buena candidatura tenga un final feliz. La niña ZENA nos trajo un bopazo, una buena actuación y una buena dosis de fantasía para amenizar la temporada, así que no podemos pedirle nada más, ni tampoco a Europa que por una vez (solo el día de la semi ) decidió ser un poquito menos injusta.
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