Me vais a permitir filosofar con pokémon pero ahora me da mal rollo jugar al Púrpura (Poco se habla de lo guapísimo que es el Profesor Turo
). Me he dado cuenta que todos los pokémons salvajes conviven en paz y harmonía sin importar el tipo o la especie que sean, se te acercan con curiosidad cual nativos americanos ante la llegada del hombre blanco y de repente tú te pones pelear con ellos, los capturas y los mantienes en cautividad solamente para combatir, entrenarlos y hacerlos lo más fuerte posible, y por encima vas con el pokémon moto (Que como diseño me parecen horribles), de repente se te cruza un perrito triste y lo atropellas, él nunca lo haría
(Evidentemente estoy de broma, es simplemente la dinámica de un juego
)
Me parece super amor ir por ahí y ver a los pokémons sueltos pero me resulta muy fácil elegir al rival para combatir, evidentemente si vas a entrenar a pawmi te vas a enfrentar a los pájaros, no a nacli o al cangrejo gigante, yo echo de menos el meterte en la hierba para entrenar sin saber qué te va a salir.