Ahora mismo estoy enfadado, así que os vengo a contar un drama.
Hace unos años empecé a trabajar en un local que mezclaba bar con eventos y videojuegos, donde me encargaba un poco de todo. Allí había una clienta que venía todos los días, una chica sin amigos y con alguna que otra enfermedad mental pero tratada (esquizofrenia, depresión, etc...). Con el tiempo, ella empezó a hablar mucho conmigo, lo cual es bastante fácil porque soy una persona super extrovertida.
Poco a poco fuimos intimando más hasta que un día la invité a salir de fiesta con mis amigos, aunque fue un desastre porque le dio un coma etílico y casi se muere, pero eso es lo de menos.
Decidí darle otra oportunidad y empezó a venir a mi casa los viernes por las noches, donde quedaba con amigos para estar de cerveceo y jugando a la consola. Con el tiempo se fue haciendo habitual su presencia y poco a poco entró a formar parte de mi círculo. Aunque constantemente teníamos un problema con ella y es que siempre acababa liándola por algún motivo u otro, ya que mezclaba alcohol, porros y la medicación que tomaba por sus múltiples enfermedades, por lo que un día decidí darle un ultimatum y obligarle a dejar al menos los porros si quería seguir viniendo con nosotros, tanto por su bien como por ser un estilo de vida que no iba con el nuestro.
Ella accedió y todos notamos una mejoría, seguía liándola de vez en cuando pero era algo menos constante. Tampoco parecía entender nuestro tipo de humor, el cual siempre ha sido de meternos todos con todos (de risas) y ella se lo tomaba siempre a lo personal.
En este punto, los habituales de las quedadas de los viernes éramos Orión, yo, dos amigos más y esta chica. Hasta que hace cosa de un año conoció a un chico del que era compañero de clase, hasta que lo conocimos.
El susodicho desde el primer momento nos dio muy malas vibraciones, un mentiroso compulsivo que presumía de tener muchísimo dinero, contaba que había estado casado pero que su mujer murió, que tenía tres hijas, que era hijo de altos cargos del gobierno israelita (llamándose Hugo Pérez*), pero mi amiga nunca llegó a conocer estas cosas a ciencia cierta, al nivel de que actualmente llevan un año y sigue sin conocer a las hijas (lo cual no tiene sentido si algunas de las hijas son menores y el es viudo).
Total, que al tipo este lo calamos rápido y se lo dijimos a la chica. Ella se puso a la defensiva diciendo que solo la queriamos fastidiar, motivo por el que le contó todo a él, y desde entonces empezó una guerra por su parte para alejarla de nosotros, hasta que lo consiguió.
* Nombre ficticio para no revelar el verdadero.
De repente un día me llamó llorando, diciéndome que Hugo la había echado de casa por no fregar los platos (se fueron a vivir juntos a las tres semanas de conocerse), por lo que le dije que viniese a mi casa para hablar y consolarla. Tras la conversación me prometió que lo dejaría y que todo volvería a ser como antes. A las dos semanas volvieron y nada cambió.
Tras esto, hemos tenido algunas conversaciones puntuales y nos hemos visto alguna vez, y todo más o menos bien.
Hasta que de repente hoy Orión me ha comentado de invitarla a casa, ya que es viernes, así que he decidido escribirle. Y la conversación ha venido a ser esto;
Yo: ¿te vienes hoy a casa?
Ella: no puedo, mañana me hago un tatuaje y no puedo beber (puede venir igualmente sin necesidad de beber, digo yo xD)
Yo: oki, pues otro día
Ella: además de que ya se que me volverás a soltar un comentario
Yo: puff, mira, si tienes un mal día págalo con quien lo haya provocado.
Ella: tú provocas mis malos días. cada vez que me ves sueltas un comentario contra mi pareja
Yo: punto 1: para provocar tus malos días primero de todo deberíamos hablar, y no lo hacemos.
Punto 2: me dirás donde está lo malo en decirte si te apetece venir a casa
Punto 3: no estás bien de la cabeza, se te han dado repetidas oportunidades para remediar las cosas que no has hecho bien y tu lo único que has hecho es ir de mártir y no asumir tu culpa
Punto 4: aquí la única que ha mencionado a su novio eres tú, a mi ese señor con serios problemas mentales mi me va ni me viene, si tu no quisiste escuchar fue decisión tuya y el tiempo te hará darte cuenta.
Punto 5: vete a tomar por culo y no vuelvas a dirigirte a mi en la vida
Total, que a parte de quedarme muy a gusto tengo un sentimiento de rabia y tristeza y me apetecía compartirlo con vosotros.