ForoESC

Yugo: De todos modos, aunque desactivemos la electricidad por estas rejas solo cabría Katie... -justo en ese momento, llegan ellas-



Katie: ¡No me creo que sea verdad!

Sadie: ¡Vamos a escapar todos! -dice mientras abraza a Katie y ambas gritan de emoción-

Yugo: Yuffie me contó que el control de electricidad estaba en una trampilla del invernadero, quizá desde ahí podemos hacerlo. Nosotros mientras podemos buscar unas herramientas para intentar forzar esto ¡vamos chicas!

Eiji recoge el kit de supervivencia en sus manos y lo guarda, dandose cuenta de que no podían sacar a todo el mundo de la academia.

Eiji: Yo...lo siento, Comerciante Anna...Seguro que Megumi está deseando verla.- Eiji siente lastima por la niña atrapada al otro lado de la valla. Entonces rebusca entre sus cosas y encuentra una de sus cámaras digitales, con una de sus memorias aun dentro.- Toma esto...son fotos de nuestra clase de estas semanas...así cuando nos eches de menos podrás recordarnos...mientras nosotros encontramos la forma de sacaros a todos de aquí. Seguro que en el exterior podemos avisar al ejercito, a la CIA o a la NASA para que puedan desmantelar todo esto y liberaros...Solo...aguanta, Comerciante Anna.

Eiji tiende la cámara a Anna y, cuando está la toma, hace una reverencia en su dirección.

Eiji: Volveremos a por vosotros. ¡Es una promesa! - Eiji se despide de Anna, recordando los momentos que habían compartido cada uno al otro lado de la valla.

Corriendo, cruza el pasillo, notando como los minutos se van agotando y pensando en todas las cosas que quedaban por hacer. Al pasar por delante de la cocina, ve las fichas electrónicas y las fotos que habían ido colocando a modo de mural. Sin otro remedio, les dio la espalda a todo aquello y entró en el jardín.

Corriendo hacia al jardín, Konata se choca con Eiji, que al parecer se dirigía al mismo lugar.

Konata: -recuperando el aire- Hay que rescatar a los demás... Mi clase original... -recupera aire- Las vallas... Electricidad... Invernadero... ¡Espabila, vamos!

Corre de nuevo, esta vez hacia el invernadero, y abre la trampilla. Al lado de un cartel con un Monokuma dibujado diciendo "no tocar" hay controles de electricidad... ¿Habrá alguno que solo desactive las vallas? Konata se queda investigandolos con atención.

Eiji cae de culo sobre el césped al chocar contra Konata. Por un momento, pensó que Monokuma había derrotado a Monomi y que ya había llegado a su clase, por al hablarle Konata, esté la miró aturdido.

Eiji: Oh...sí, claro, la electricidad.- Eiji persigue a Konata hasta verla entrar por la trampilla, bajando detrás de la chica.- ¿Y si...probamos a bajar uno por uno?¿O todos a la vez? Quizá podríamos usar las herramientas del invernadero para...¿Destruirlo?

Konata: No podemos bajar todos ni destruirlo, ¿o quieres dejar al resto encerrados en la sala de juicios? Habrá alguno que sea solo para las rejas... Pero las herramientas pueden servirnos para doblarlas porque... Ejem, alguno no cabe

Se quedan mirando con atención el cuadro eléctrico por si hubiera alguna descripción de cada interruptor.

Eiji intenta hacer memoria de cuando subieron al ascensor, recordando que él fue el ultimo en subir ya que volvió a por los informes.

Eiji: Pero Konata...En la sala de juicio solo están Monokuma y Monomi...¿Te estas preocupado por Monomi? Nos ha ayudado mucho y entiendo que no quieras dejarla, pero...- Eiji deja las palabras flotar por el aire mientras sopesa la idea de como forzar los barrotes de ambas clases.

Himiko: Ey, tú - Himiko se dirige a Karma- acércate, -himiko habla flojito para que solo escucha Karma- podemos llegar a un acuerdo y que te salves. Esta gente van a morir, no saldrán de aquí es imposible. mientras que si me ayudas, podrás salir vivo, únicamente tú.

Karma: Vaya siesta que te has echado jijiji. ¿Qué quieres decir con que van a morir? De verdad, estas mal de la cabeza, te vas a quedar ahí calladita. Tú lo que tienes que hacer es dejar en paz a los demás, que están desesperados por escapar jijiji.

Konata: Bueno, pues nada... decidiste que le den a la coneja

Le da una patada al cuadro eléctrico y lo apaga de un golpe. Cuando suben las escaleras de la trampilla, tan solo algunas luces de emergencia tenues iluminan el camino. Konata saca su Monopad y acciona la linterna.

Konata: Tengo que volver, deben montárselo de alguna manera para salir de su clase -coge la pala- ¿Tú ibas a las habitaciones? Si tienes algun asunto sin resolver este es el momento. Es como cuando en un videojuego solo te queda el malo final y un montón de misiones secundarias.

Es lo último que dice antes de marcharse del invernadero. Un par de minutos después ya ha llegado al acceso de las escaleras

Konata: Pssss, ¿cómo vais? Este cacharro ya no debería estar electrificado

Yugo: En esta clase solo tenemos aparejos de pesca, nada que nos sirva para forzar los barrotes.

Sawaki: Pero he traído los restos de aceite que sobraron del otro día, con un poco de suerte algunos podremos colarnos al otro lado, ¿algún voluntario? -Sadie levanta la mano efusivamente-

Eiji solo tiene tiempo para cubrirse los oídos cuando ve que Konata se disponía a patear el cuadro eléctrico. Los chispazos no se hicieron esperar y de repente todo se quedó a oscuras. Eiji siguió con paso inseguro el camino que había tomado su ágil compañera para salir de aquel cuartucho.

Eiji: Sí...quiero...llevarme un par de cosas.- Eiji imita a Konata, encendiendo su monopad para iluminar su camino hacía su habitación. Allí le esperaban todas sus cosas, pero una de ellas le interesaba mas que el resto. Rápidamente, cogió la mochila donde había trasportado todas sus cosas y se la hecho al hombro, recogiendo por el camino algunas de las cámaras que estaban a la vista. Con aquellas pruebas, la gente del exterior tendrían que creerles sí o sí.

Eiji abandonó su habitación con un rápido sprint, dispuesto a cruzar el patio de nuevo, cuando oyó algo en el invernadero.

Eiji: Oh...Rebozado...- Eiji volvió a entrar en la habitación acristalada y, con cuidado, metió al animal dentro de su jersey, notando como el corazón agitado del animalillo competía contra su propio pulso. Cuando salió, visitó momentáneamente el altar de los alumnos caídos y recogió los recuerdos de cada uno de ellos.

Finalmente, volvió al pasillo, quedándose delante de la puerta de la cocina, viendo como Houtarou y Clay se afanaban a recoger todo lo que podían.

Megumi: Karma, no dejes que te engañe. Hazlo por todos.

Megumi se queda mirando a Himiko, hasta que a lo lejos ve a Anna.

Megumi: Ahora vengo -se va acercando hasta donde está Anna.- Hola Anna, ¿cómo vas? Aquí ya nos estás viendo, parece que estamos más cerca de escapar. Me encantaría que vinieses conmigo, lástima que estés en el otro lado. -la mira con cara de tristeza-

Anna: Megumi... se han ido las luces, así que los barrotes no están electrificados -Anna pasa al otro lado de los barrotes, sin ninguna complicación- Que aún no me hayan crecido las tetas tiene sus ventajas -abraza a Megumi- Ahora cuéntame, ¿Cuál es ese plan de escape que tenéis?

Megumi se pone nervioso al ver que Anna le ha abrazado, pero a pesar de los nervios, Megumi le coge las manos.

Megumi: Se me hace raro cogerte de las manos, aunque parezca mentira he pensado en este momento desde que te vi por primera vez pero, ¿vas a renunciar a tus compañeros y sobre todo tu negocio por venirte conmigo?

Anna: Mis compañeros me dan igual -dice con dejadez-, pero mi negocio se viene con nosotros. Cuando estemos fuera podremos montar juntos todo un monopolio y hacernos ricos, solo necesitaremos que aprendas a duplicar todo tipo de objetos, será fácil -mientras habla, intenta plegar unas cajas que tiene vacías- ahora ayúdame a meter todo en las cajas, que Anna no se va de aquí sin sus bebés.

Misa con los aerosoles y justo la luz se apaga.

Misa: Seguro que han cortado la luz para intentar salvar al resto de compañeros de otras plantas... Quizás me vuelva a encontrar con L. Pero ahora tengo que ver como llego a Farma... -piensa mientras habla en voz baja alejada algo de sus compañeras-

Misa piensa cual es la mejor forma de contactar con Farma, pero sin la luz seguramente no funcione el ascensor. En ese momento piensa en su bombilla y en lo que habia escuchado a Felicita decir de una luz...

Misa: Felicita creo que tengo la solución a tu problema con los tatuajes que no se ve... Hace unos días Ed y yo conseguimos montar este aparatejo que pensé que me serviría para ver a través de los muros y buscar los aerosoles... pero creo que su función es otra bien distinta.

Misa saca la bombilla y la alumbra contra la espalda de Sato.

Felicità: Sí, la bombilla parece servir, pero necesita una fuente de luz para funcionare y ahora mismo no hay luz -se queda pensando unos segundos-, ¿podríamos intentarlo con el flash de una camera de fotos?

Misa: Puede ser... esto el que tenia la cámara era Eiji... madre mía el petardo este en todos los fregados.

Misa sale al pasillo y grita.

Misa: Eiji!!!!! Se te necesita aquí a ti y a tu cámara!!!

Eiji acababa de llegar a la puerta de la cocina, con intención de ayudar con su mochila a guardar toda la comida posible, cuando escuchó como alguien le gritaba desde el otro lado del pasillo.

Eiji: ¿A mi? Pero...¿Por...?- Eiji sacude su cabeza. No era momento de cuestionarse, así que, guardando antes la ficha de Nova y de Apolo en la mochila, salió corriendo por pasillo hacía donde provenía el grito. Allí vio a Misa delante de la puerta de la morgue.- ¿Qué ha pasado? No me digas que...se han levantado...

Mimi: ¿Un flash? ¿Estáis seguras, no dura muy poquito como para poder verlo bien? El Monopad tiene luz...

Coge su Monopad y activa la función de linterna. Después de ubicarse en la oscuridad, apunta al cuerpo de Sato.

Misa: Ya te gustaría que se te levantase algo a ti... Nooo parece que necesitamos luz para que funcione la bombilla y poder ver lo de los códigos. Anda y tira para dentro. Que esto parece una fiesta mas que una morgue. Toma... -le da la bombilla a Eiji- Entra tu que yo tengo que intentar solucionar una cosa. Y creo que eres el menos patoso de todas las que están en esa habitación.

Misa se queda fuera en el pasillo escribiendo un mail.

Eiji se queda con la bombilla en la mano, sin entender las palabras de Misa, y se acerca a sus compañeras, intentando evitar mirar a las pequeñas puertas metálicas que ocupaban por completo una de las paredes del recinto.

Eiji: Y a esta...¿Qué le pasa? - pregunta, aun sorprendido, a Felicità y Mimi, enseñando la bombilla que Misa le acababa de dar.

Gracias a la linterna del monopad y la bombilla, Mimi consigue que el tatuaje de la espalda de Sato se vea.

Felicità: Ok, números aleatorios, ¿Qué hacemos con esto?

Megumi ayuda a Anna a guardar sus cosas en las cajas vacías. Una vez que terminan, Megumi mira a Anna.

Megumi: Trae, yo llevo tus cosas. Ahora vas a venir conmigo, entre Patroklos, Karma, Zelda y yo estamos vigilando a Himiko, aunque ya parece que ha querido hacer de las suyas. Los demás están cogiendo comida y averiguando la contraseña, ya que Monomi está distrayendo a Monokuma.

Gracias a la linterna del monopad y la bombilla, Mimi consigue que el tatuaje de la espalda de Sato se vea.

Felicità: Ok, números aleatorios, ¿Qué hacemos con esto?

Mimi: ¡Ya os lo he dicho! Estos numeritos son la mitad de la contraseña que nos lleva a la salida. El resto están en la espalda de Himiko, por eso le pedí a Patroklos que le rasgara la ropita por detrás. ¡Venga, volvamos con ellos que ya casi lo tenemos!