Cuando Eiji entró en la cocina, sus pasos le guiaron hasta el centro de la cocina, rodeado de los electrodomésticos. No se percató de la llegada de Megumi, por el contrario, se quedó observando su propio reflejo en la superficie metálica del extractor de la cocina. En ese momento pudo ver que tenía una mancha de sangre de Yuffie en su mejilla. De una forma casi autómata, Eiji se giró hacía el fregadero y empezó a limpiarse las manchas de sangre que tenía por todo el cuerpo mientras silenciosas lagrimas recorrían su cara. El frío del agua hizo que poco a poco fuese controlándose, dándose cuenta de su alrededor. Karma había entrado junto a Megumi y le estaba hablando de una forma intimidante, como solía ser natural en él.
Sin saber en ese momento el motivo, Eiji se llevo una de sus manos mojadas al interior de uno de sus bolsillos y apretó con fuerza una de sus posesiones mientras observaba a Karma con rabia.
Eiji: Ni en un momento como este nos puede dejar en paz...- Musitó Eiji por lo bajo mientras apretaba los dientes, lo que hizo que su voz sonara aun mas baja.
Y sobre todo, ¿en qué momento lo han puesto ahí? O sabían por adelantado lo que iba a ocurrir o lo han vertido mientras elegíamos en la votación...
