Mañana - Jardín
Eiji: Hemos...¡Hemos ganado el juego de Monokuma! - Eiji estaba feliz de que ninguno de sus compañeros haya sido ejecutado y que todos pudieron ponerse de acuerdo para que esto pasara, por lo que miró al rededor, viendo a las caras de sus compañeros mientras los recluidos eran liberados. Pero entonces el caos se apoderó del jardín cuando Yuffie...se tropezó.
En un primer momento, Eiji pensó que todo aquello era una broma. No entendía como, después de haber hecho todo bien, aquel fuese el resultado. Sus ojos se quedaron clavados en la silla donde había estado sentada Yuffie unos instantes antes. Gritando, enfadada, pero viva.
Escuchó de fondo las reacciones de sus compañeros, la sorpresa y el miedo en sus voces y unas palmadas. Eiji dejó de mirar hacía donde estaba Yuffie por ultima vez y observó a su alrededor, atónito. Alguien, a lo que parecían kilómetros de distancia, mandó a todo el mundo a la cocina, por lo que Eiji, aun con los ojos bien abiertos, se encaminó hacía allí.