Noche - Enfermería
Eiji comenzó a liar de nuevo la cabeza de Patroklos, siguiendo las instrucciones que le había dado Zelda. No puede evitar lanzarle una mirada a Takemichi al escuchar a Patroklos decir que no se había ganado enemigos, recordando la vez que los apartó a ambos en el pasillo de malas formas. Aun así, prefirió no decir nada.
Eiji: Creo que esto ya est...- La voz de Monomi anunciando el descubrimiento de un cadáver le hizo dejar la frase a medias. Sin poder remediarlo, Eiji hizo una lista mental de todos los compañeros que había visto ese día, tratando de descartarlos. Habían un par de nombres que le danzaron por la mente.- Oh no...chicos, tengo que irme. Espero que no haya....¡Adiós!
Eiji sale corriendo de la enfermería, limpiándose las manos en su propia ropa, en dirección al jardín.
Noche - JardínEiji accedió al jardín. Las puertas de los dormitorios de los dos compañeros que había pensado estaban una al lado de la otra, por lo que se acercó a ese rincón del jardín. Una de las puertas estaba abierta, la otra no.
Eiji: ¿Es...Sato? - Eiji se paró en la puerta del dormitorio de Sato, viendo que allí se encontraba Felicità, Mimi y Rojo.- ¿Le ha pasado algo a Sato?
Eiji se quedó en el quicio de la puerta, mirando hacía adentro, identificando a alguien mas apoyado en el escritorio.
Eiji se queda vigilando el dormitorio de Sato.
-Mari se encoje de hombros- Nunca entenderé a los infiltrados. 
