79 España - Su canción - Betty Missiego

[Arcadio]

Autor de la presentación: Arcadio





España 1979 - Su canción - Betty Missiego





Festival: 24ª edición - Jerusalén - Binyanei Hauma (International Convention Center)
Cadena: TVE (Televisión Española)
Interpretación: 19ª de 19
Letra: Fernando Moreno
Música: Fernando Moreno
Dirección de la orquesta: José Luis Navarro
Idioma: Español
Clasificación (puntos): 2ª (116)
Distribución de los puntos:
12 - Italia, Suiza, Alemania y Bélgica
10 - Luxemburgo, Países Bajos y Austria
08 - Israel y Francia
07 - Suecia
06 - Grecia
05 - Reino Unido
04 -
03 - Dinamarca
02 -
01 - Noruega
00 - Portugal, Irlanda, Finlandia y Mónaco










España debutó en el Festival de Eurovisión el año 1961 de la mano de Conchita Bautista y la canción Estando contigo, que obtuvo la novena posición, y desde entonces no ha faltado a ninguna edición, acumulando ya en su historia eurovisiva cincuenta y una participaciones. Los comienzos de la andadura eurovisiva no fueron nada fáciles (incluso llegaron dos farolillos rojos sin puntos en 1962 y 1965), pero el segundo lustro de la década resultaría brillante y supondría, con los primeros años de la década siguiente, el máximo apogeo español en Eurovisión.

Entonces nadie imaginaba que aquel período 1967-1973 pasaría a la historia del ESC como el mejor de la trayectoria española, con los triunfos de Massiel en Londres'68 y Salomé en Madrid'69, los dos segundos puestos de Karina en Dublín'71 y de Mocedades en Luxemburgo'73, el cuarto de Julio Iglesias en Amsterdam'70 y el sexto de Raphael en Viena'67. Nunca volvería a repetirse nada parecido, pues los mejores resultados que habían de venir lo harían de forma aislada (2º en Jerusalén'79, 3º en Luxemburgo'84, 2º en Dublín'95, 4º en Roma'91).

En quinquenio comprendido entre 1974 y 1978 se saldó con tres novenos puestos de tres cantantes masculinos (Peret Con Canta y sé feliz en el 74, Micky y Enséñame a cantar en el 77 y José Vélez con Bailemos un vals en el 78), el décimo de Sergio & Estíbaliz con Tú volverás en el 75 y, fuera ya del top10, el 16º y antepenúltimo de Braulio con Sobran las palabras en el 76, que se mantuvo como el puesto más bajo de la trayectoria española hasta 1983. Pero la década de los setenta, antes de terminar, iba todavía a deparar un resultado excelente que en su momento fue sin embargo bastante agridulce. Sucedió el 31 de marzo de 1979 en Jerusalén, en la decimonovena participación de España.

A lo largo de los días siguientes fueron apareciendo en la prensa crónicas como estas:
"Israel, con la canción Aleluya, ha vuelto a ganar el Festival de Eurovisión, gracias a unos diplomáticos y desprendidos votos de España, que ha quedado en segundo lugar y ha dejado un recio sabor hidalgo. Por otra parte, ha reinado la justicia, por lo que a la canción israelita se refiere, una pieza estandard de Broadway, que era de lo menos malo del festival. Esta XXIV edición estaba rodeada de una cierta polémica, por aquello de que es cuestionable la europeidad de Israel y porque «Jerusalén sigue siendo una ciudad ocupada». Debido a ello se había retirado Turquía y Yugoslavia decidió no transmitirlo. Claro que de todo ello no había forma de enterarse, gracias a la tópica y aburrida presentación de Miguel de los Santos, cargada de datos nimios y, al parecer, encantado de poder ocultar que en Bruselas se celebra un contrafestival. La presentación israelí demostró en un cortometraje que en Jerusalén hay moros y cristianos y se volcó en un magnífico sonido, un escenario como de burbuja futurista, unos mimos que amenizaban los interludios y un ballet final apoteósico. Las canciones dieron la talla. De un total de diecinueve, once eran sencillamente malas, tres horrendas y cuatro regulares. Existió un especial interés en las puestas en escena de dos ballet-cantantes (Alemania y Holanda) y alguna cosa original como Italia." (El País, sin autor, 01/04/79)

"Comenzada la crónica de urgencia, digamos que desde los primeros ensayos en Jerusalén, y tras escuchar las 19 canciones que participaban en el festival, la prensa acreditada en el concurso significaba a España junto con Grecia y Alemania como las grandes favoritas al Gran Premio. Esa misma prensa descartaba a Israel, sin despreciar su agradable y tópica canción, por aquello de que “sería insólito que venciera de nuevo”, luego sucedería lo insólito e inesperado por la decisión del jurado español, que, al cerrar la tanda de votaciones, tuvo en su mano la llave del triunfo propio y la decisión definitiva. Don Quijote cabalgó de nuevo…
En Jerusalén, los cuatro chiquillos que acompañaron a Betty Missiego en Su canción no sabían qué sucedía. Minutos antes de votar desde Madrid el jurado de TVE, ellos ganaban el festival. Vota Madrid… y vence Israel. Los críos, entre estupefactos, se preguntaban el porqué. Sus mentes infantiles no alcanzaban más.
Muchas mentes europeas adultas tampoco entienden aún el alcance de la decisión. ¿España es diferente? La prensa y el público de Israel se hicieron un auténtico lío. A los españoles que allí estuvimos no dejaban de preguntarnos, en medio de su alegría, “¿por qué España nos ha dado el triunfo en perjuicio propio?”. Nosotros lo entendimos muy bien: fue un brillante gesto de relaciones públicas ante toda Europa, esa misma Europa del Mercado Común a quienes habríamos decepcionado con otra actitud, en unos momentos en que nos va abriendo sus puertas otrora tan cerradas. Que nadie, léanlo bien, QUE NADIE, repito, piense que fue una mal entendida cicatería de TVE por “no querer gastar dinero el año que viene”; no, amigo lector. El Festival de Eurovisión no es excesivamente caro y TVE había ido a ganar y con ánimo de traerse el premio. Sin embargo, la ética de un jurado que se había pronunciado con seis votos a favor de Israel y la actitud del encargado de ese jurado en Prado del Rey, no podían ni debían alterar el resultado. Eso es lo que el público y la prensa de Israel no llegaron a entender y otros muchos públicos europeos tampoco. La picaresca no brilló esta vez como muchos detractores hubieran deseado. España y TVE daban a Europa una lección, que sí han entendido los que más interesa que lo entiendan: un gesto de honestidad y democracia que deben mantenerse, sin quijotismos, en otros campos además del musical, como queremos que sea.
Los allí presentes disfrutamos de oír cantar a nuestro paso por todas partes la famosa copla del Viva España. Nos sentimos satisfechos de que gentes de otros países nos dijeran con palmadas en la espalda: “España ha ganado doblemente”. Suizos, holandeses, ingleses italianos… todos sin excepción felicitaron a Betty Missiego y al autor, -y esposo de la cantante-, Fernando Moreno, porque moral y artísticamente había ganado España. ¿Hubiera sido todo igual de haberse dirigido desde Madrid la votación sin conceder voto alguno a Israel cuando la expectación era enorme y el silencio denso? Una dura prueba para todos, desde luego. Estoy satisfecho de la actitud española y me siento orgulloso de TVE y de su decisión del último sábado." (Revista Hola, José Luis Uribarri, 14/04/79)






Tras dos años de selecciones abiertas y televisadas (aunque la de 1971 sólo fue de intérprete, el célebre Pasaporte a Dublín), TVE decidió proceder con designación interna a partir de 1972, sistema que se mantendría vigente hasta el año 2000 con la única excepción de 1976. De cara al festival de Jerusalén, TVE designó un jurado de veintinueve personas (con dos miembros de la cadena y veintisiete representantes de los medios de comunicación) que se reunieron el 29 de enero con el fin de seleccionar la canción para Eurovisión. Había 27 canciones candidatas y todas fueron escuchadas sin dar a conocer sus autores ni intérpretes y cada miembro del jurado debía votar a su favorita. Las cinco más votadas pasaron a una segunda ronda de votación. (Toda la info sobre la designación de TVE en 1979 está tomada de la web de la AEV España).

De los 29 votos, 26 fueron a parar a una de ellas, que consiguió así una victoria incontestable y arrolladora, se llamaba Su canción, la cantaba Betty Missiego y la había compuesto su marido, Fernando Moreno. Aquel día, en el último informativo de la cadena, la periodista Rosa María Mateo anunció la noticia. Lejísimos, con sólo dos puntos, quedó segunda Ella-a-a por el dúo gatidano Los Golfos, que en 1975 habían sido muy populares con la rumba ¡Qué pasa contigo, tío!. Y con un solo punto, en la tercera posición, Bang bang bang en la voz de Victoria Abril, muy conocida por su trabajo en el concurso Un dos tres entre 1976 y 1978. Las dos finalistas restantes, que quedaron con cero puntos, fueron Olé María por María Ostiz (ganadora del festival de la OTI en 1976 con Canta cigarra) y Poeta por Emilio José (vencedor en el festival de Benidorm de 1974 con Soledad).

Entre las canciones que no pasaron a la segunda ronda*, estaban Acordes (Los Pecos), Samba Lady (Red de San Luis), Los borrachos somos gente inquebrantable (La Romántica Banda Local), Lección de amor o Ya no te quedan lágrimas (Rumba Tres), Sed (Bacchelli, que sería designado dos años después con Y sólo tú), Regreso junto a ti (Santabárbara), Agradable secreto, peligroso juego (Laureano Solo), Apasionadamente (Marián Conde) y Sexy love (Judy Preston). *Casi en todas habría que añadir "probablemente".






Su canción es un tema melódico con un relativo crescendo que incorpora las voces de un reducido coro infantil. Su compositor, Fernando Moreno, el marido de la intéprete, sustituye la habitual estructura de estrofa-estribillo-estrofa... por un esquema distinto, con una introducción lenta que no se repite y el cuerpo de la canción que mantiene la misma música con diferente texto (algo parecido al Vivo cantando de Salomé). En los versos de la introducción (poco más de medio minuto) se presenta el arranque del asunto, consistente en la historia de una mujer mayor, sola y cansada, que siente la llamada de la alegría, de la vida, en forma de las voces de unos niños que la invitan a cantar con ellos (Desde "Paseando sola en mi ciudad" hasta "Si tienes bien alegre el corazón").

En ese punto comienza el cuerpo de la canción con esquema casi de himno en tres partes. En la primera, la voz de la cantante en solitario inicia el desarrollo de la melodía principal ofreciendo al mundo una canción fraternal y amistosa, en favor de la paz, el amor y la alegría (Desde "Si todo el mundo quisiera una canción" hasta "Y a disfrutar su condición"). En la segunda, se une el coro infantil (con una serie de "lalalala..." con la misma melodía) y la voz de la cantante aporta nuevas ideas, siempre con el mismo esquema melódico, sobre lo que ha enseñado la canción que ya pasa a ser de todos, o sea, dusfrutar la vida, el presente, para ahuyentar el dolor y la melancolía (Desde "Cante en su casa a solas mi canción" hasta "Una canción que es de los dos, es su canción"). En fin, en la tercera y definitiva parte, la cantante se une al coro infantil entonando la misma melodía con "lalalala..." hasta el final (algo parecido al La la la de Massiel). Betty Missiego la cantó en alemán (Der Mann im Mond), francés (Dès qu'un enfant chante) e italiano (Vola l'amore). El videoclip promocional se rodó en exteriores de Palma de Mallorca.

Y llegó el 31 de marzo. España cerraba el desfile de canciones, como en 1964 los TNT con Caracola (y como sucederá por tercera vez en 2009 con Soraya y La noche es para mí). Era la decimonovena actuación de la gala de Jerusalén, inmediatamente después de las delegaciones británica y austríaca. Lo cual suponía que el jurado español sería también el último en comunicar sus votos. Había pasado por el escenario del Binyanei Hauma un variadísimo desfile de canciones, estilos, puestas en escena, vestuarios, e incluso de idiomas (trece). Sorprender a los jurados no era fácil, aunque, según dice José Luis Uribarri en la crónica citada, España partía como favorita junto a Alemania y Grecia.

Tras la postal de presentación (que tocó con el humor el tópico de los toros), se incorporó a la orquesta el director español, José Luis Navarro (en su única experiencia eurovisiva) y enseguida fue enfocada la figura de Betty Missiego ante la gran figura circular que había adquirido tonos verdes. Lucía una amplia túnica de gasa celeste y su inconfundible moño negro azabache que en esta ocasión dejaba suelta una extensión de su cabello en la parte trasera.

Sin nervios ni vacilaciones, la peruana acometió los primeros versos con decisión y a partir de la entrada de los cuatro niños (Javier Glaria, Alexis Carmona, Beatriz Carmona y Rosalía Rodríguez, que formaban el grupo Caramelos) se apoderó de todas las miradas y todos los oídos con el magnetismo de un hada. Con varios gestos de complicidad con los chicos, agachándose para ponerse a su altura, no quiso robarles protagonismo; al contrario, fue un coro nunca visto en el Festival, sentados a lo indio al principio, rodeando a la cantante o en línea con ella después, y finalmente desplegando unos pergaminos en los que podía leerse "Gracias" en inglés, español, hebreo y francés. Por más que resulten elementos simples, no dejaron de sorprender por su carácter inédito. Si hubo o no intención por parte de TVE de homenaje no consta, pero lo cierto es que 1979 era el Año Internacional del Niño.







Llegaron las votaciones. El primer jurado era el de Portugal, que desde que comenzara el siete de los 12 puntos en 1975 nunca había puntuado una canción española; esta vez, tampoco (se estrenarán con 2 puntitos en 1980 a Trigo Limpio y el primer 12 será para Bravo en 1984). Con el segundo jurado, el italiano, llegó el primer 12, luego un 3 de Dinamarca y un parón de tres jurados seguidos sin puntos (Irlanda, Finlandia y Mónaco). Cuando le llegó el turno al séptimo jurado, el griego, España iba undécima con quince puntos. Pero a partir de ahí empezó la remontada; llegaron tres 12 más (Suiza, Alemania y Bélgica), tres 10 (Luxemburgo, Países Bajos y Austria), dos 8 (Israel y Francia), llegó un 7 de Suecia, un 6 de Grecia, un 5 del Reino Unido, un 3 de Dinamarca y un 1 de Noruega.

Cuando el jurado austríaco, el penúltimo, dio sus puntos (el 12 a Suiza, el 10 a España y el 8 a Israel), la tabla la lideraba la canción española, con un solo punto de diferencia con la israelí (116-115). Francia se había descolgado con 106 puntos a la tercera posición. Y llegó la conexión con Madrid... y se oyó al portavoz del jurado español, Manuel Almendros, decir "Israel 10 points", generando el desencanto entre la delegación española y en todo el país (además, se anotó un 10 en el casillero de Portugal, cuando el portavoz le había dado seis). Israel ganaba con 125 puntos y España quedaba segunda con 116. Hubo rumores para todos los gustos. Incluso se llegó a decir que a España no le interesaba organizar el Festival y por eso le dio el 10 a Israel; sin embargo, la realidad es que los jurados emitían los votos antes de empezar la emisión y los enviaban a la sede del mismo, sin saber cómo iban a ir luego, y al conectar tras las canciones lo único que se hacía era releerlas para el público.

En fin, España sumó un total de 116 puntos y no tuvo más remedio que conformarse con la segunda posición, los mismos que Karina, nueve menos que Mocedades (125) y tres menos que Sergio Dalma y Anabel Conde (119). Betty Missiego tiene, pues, en sus manos la cuarta mejor puntuación de la trayectoria española en empate con Karina. Habría que esperar dieciséis años para repetir la gesta del segundo puesto, sería en el festival de 1995 en Dublín.

Teresa Beatriz "Betty" Missiego Campos nació el 1 de enero de 1945 en Lima, la capital de Perú, país en que empezó su carrera como bailarina, pero que tuvo que abandonar por culpa de una lesión. Siguió en el mundo artístico, presentando un programa de televisión que le dio enorme popularidad. En 1968 se traslada a vivir a España donde empieza su carrera como cantante. Consiguió la nacionalidad española en 1972, sin renunciar a la peruana, justo el año en que representó a Perú en el primer festival de la OTI celebrado en Madrid, con la canción Recuerdos de un adiós de la que es autora; quedó en última posición.

Para entonces había publicado varios sencillos, de los qye tuvieron gran resonancia Tengo la piel cansada de la tarde (1970) y La cita (1971). En el segundo lustro de la década revalidó su popularidad con Piel de diciembre[/i] (1976), Tener un hijo tuyo (1977) y Todo comenzó (1978). Tras la aventura eurovisiva de Jerusalén, Betty Missiego participó en el World Popular Festival de Tokio y en la Olimpiada de Música de París. Siguió publicando álbumes y sencillos, como Nostalgia, Te amaré de mil maneras, Vaya por Dios y otros. No ha dejado de aparecer en televisión, ha participado en el espectáculo Estrellas de Siempre junto a Silvia Tortosa, Juan Erasmo Mochi y Alfonso Pahíno, en homenaje a Cecilia y Nino Bravo. De ella ha dicho Reyes del Amor: "Betty se hizo muy popular en nuestro país, no sólo por ser una estupenda cantante, sino por su elegancia a la hora de interpretar, sus túnicas de colores alegres y su pelo recogido extremo. ¿Cómo podía llevar el pelo tan estirado en ese moño imposible?... Pues sí, esa se hizo su seña de identidad. También lo eran sus manos, bellísimas y cálidas como su voz aterciopelada".



Su canción
Paseando sola en mi ciudad
Yo sentí que un canto me llegaba
Me acerqué y pude contemplar
A unos niños que cantaban
Uno fue y me dijo: "¡Eh, mayor!"
"¿No quieres incluir tu voz cansada?"
"Ya verás qué fácil es cantar"
"Si tienes bien alegre el corazón"
Si todo el mundo quisiera una canción
Que hable de paz, que hable de amor
Sería sencillo podernos reunir
Para vivir con ilusión
Quiero que sienta conmigo esta canción
Que deje atrás su malhumor
Para que salga en la vida a sonreír
Y a disfrutar su condición
Cante en su casa a solas mi canción
Comprenderá que no hay dolor
Cuando se tiene la dicha de vivir
Y un corazón que compartir
Cierre los ojos conmigo y diga adios
A esta canción que me enseñó
Vivir el hoy, no del ayer
Una canción que es de los dos
Es su canción
(Lala lalala lalala...)
Lalalala... lalalala...
(Lalalala la lalala lalala...)
Lalalala... lalalala...
Lalalala la lalala lalala...
Lalalala lalalala...
Lalalala la lalala lalala...
Lalalala lalalala...
Lalalala la...



Dès qu'un enfant chante
En amour, il n'est jamais trop tard
Bienvenue à l'âme de l'enfance
Qu'elle soit comme une vague immense
Emportant l'indifférence
Quelquefois il suffit d'un regard
Pour que descend la seule peur de confiance
Et pour eux, quatre saisons d'espoir
Pourraient devenir mille ans d'espérance
Dès qu'un enfant chante, chante en souriant
On est heureux, tout simplement
C'est un oiseau qui a traversé la mer
Pour faire son nid dans nos prières
Dès qu'un enfant chante, chante, il sait très bien
Faire de nos cœurs des musiciens
Et c'est à nous de lui fêter en retour
De lui souhaiter la sainte-amour
Dès qu'un enfant chante, chante, il nous apprend
À espérer, tout simplement
Il serait temps d'inverser un peu les rôles
De lui donner ce qu'il nous donne
Quand les enfants chantent, chantent, il fait meilleur
Dans notre vie, dans notre cœur
Ils nous composent, en trois secondes, et les enfants
La plus jolie chanson du monde
(Lala lalala lalala...)
Lalalala... lalalala...
(Lalalala la lalala lalala...)
Lalalala... lalalala...
Lalalala la lalala lalala...
Lalalala lalalala...
Lalalala la lalala lalala...
Lalalala lalalala...
Lalalala la...



Der Mann im Mond
Traurig seh'n mich Kinderaugen an
Aus dem Land, wo alle Träume frei sind
Jemand kam und hat dir weh getan
Dir ist kalt im warmen Maiwind
Du stehst da und sagst nur: "Komm erzähl"
Du willst die alten Märchen wieder hören
Doch die Zeit verfliegt im Frühling schnell
Es gibt nicht viel, was ich dir sagen kann
Der Mann im Mond bleibt nur kleinen Kinder treu
Kaum bist du groß, bist du ihn los
Der Mann im Mond ist so alt und doch wie neu
Das bleibst du nicht, denn du wirst älter
Der Mann im Mond passt nicht länger auf dich auf
Lässt dich in Ruh, sieht dir nur zu
Der Sommerwind ist dein neuer Lebenslauf
Doch dein Gesicht wird langsam kälter
Der Mann im Mond ist die Tränen nicht gewohnt
Die auf der Welt kein Mensch mehr zählt
Lass deinen Traum sein, vergiss den Märchenmond
Sein Silberschein heißt einsam sein
Der Mann im Mond wird so manchen Abschied sehn
Er hört nicht zu, wenn jemand weint
Doch es tut gut, wenn man dann weiß, der Mann im Mond
Der Mann im Mond war mal ein Freund
(Lala lalala lalala...)
Lalalala... lalalala...
(Lalalala la lalala lalala...)
Lalalala... lalalala...
Lalalala la lalala lalala...
Lalalala lalalala...
Lalalala la lalala lalala...
Lalalala lalalala...
Lalalala la...



Vola l'amore
Quattro passi per la mia città
Con la testa piena di parole
Il mio amore non ritornerà
E così non c'è più il sole
Poi qualcuno grida: "Ehi, che fai?"
E un diaboleto che mi guarda e ride
Tanti bimbi si mettono a cantare
E la tristezza in cielo se ne và
Vola l'amore, l'amore vola e va
E dove va, ma chi lo sa
La ruota gira e chi la ferma più
Non sarò io, non sarai tu
Vola l'amore, l'amore chi lo se
Un po' di me, un po' di te
Chi troppo vuole, poi non la stringerà
Voliamo poi, lo si vedrà
Vola l'amore, l'amore vola via
Hai detto squo e che sinsia
Chi ben comincia feloperi alla metà
E troverà felicità
Vola l'amore, l'amore vola e va
E dove va, ma chi lo sa
L'amore è un tram che se ne va
E fino al capo ligna mui ti porterà



Puntuaciones
Alc: 7.5
Aldon: 9.5
Arcadio: 10
Bluecafe: 10
ChamarAmusica: 4
Cheliak: 7
Chiriko: 9.2
Css: 10
D'artagnan: 9
DrWaksman: 5.5
EduR: 7
Elnaif: 10
Emilk: 7.5
FelipeLafuente: 10
Greg: 10
Iceman: 9.25
JariSillanpaa: 9
Javi89: 5
Jokin: 10
Josh: 10
Josusi: 10
Juanillo: 7.5
Julio: 10
Liveforever: 10
Lovesong: 9.7
Lucas: 10
Lucentino: 10
Luki: 7.8
Manbemel: 10
Martos85: 10
MiguelVlc: 10
Neco: 10
Neox: 10
Niin: 6.8
Niko: 7.5
Oskio: 7
Pacha: 10
Pau: 9
SeventhWonder: 6.8
Sjj: 9.2
Suomi: 2
TamysexyTII: 10
Toroto: 9.5
UrbanTrad: 10
Vampiri: 10
Viso: 6.75

Votantes: 46 - Media: 8.673
(Media en la CdD: 8.521)

[ralf]

Mágica Betty... lástima, podría haber sido un triunfo muy dulce y bonito. Los niños podrían haber no agudizado tanto sus voces, porque son para hostia******* pero el conjunto de la actuación es brillante. Un 8 para betty.