Abro este hilo para hablar de Lituania, país que he podido visitar esta Semana Santa. Le viaje duró una semana y visitamos las 3 principales de ciudades lituanas, Vilnius, Kaunas y Klaipeda, además de los pueblos de Trakai y Nida. El motivo de elegir este destino fue porque encontramos vuelos baratos y vimos que el alojamiento allí podía ser muy barato también, lo que nos animó a lanzarnos. Sin embargo no tuvimos en cuenta el clima, que es mucho más frío que en España, y además nos ha pillado de pleno la ola de frío. Así que hemos visto la versión invernal del país, todo nevado y blanco, ya que en verano parece que es muy verde. De todas formas a mí me ha encantado visitarlo así, la nieve le da un punto especial a las ciudades y más si no estás acostumbrado a ellas. Otra cosa es el hielo, que a veces complicaba la tarea de andar por las aceras. Dentro de lo posible intentaré poner fotos invernales de los sitios que hemos visitado para que os hagáis una idea más fiel a lo que nosotros nos encontramos.
VILNIUS:
La capital del país está declarada Patrimonio de la Humanidad, al menos su centro histórico, por la cantidad de iglesias de todas las confesiones que hay en él. Hemos visto multitud de iglesias católicas y también algunas ortodoxas. La religión es un factor importante en la identidad nacional lituana, ya que por lo visto son muy católicos (supongo que por herencia polaca de cuando estuvieron juntos). Lo que es menos conocido es que Lituania fue el último país europeo en convertirse al cristianismo, ya que abandonó el paganismo en el siglo XIV. De hecho hemos encontrado alguna referencia al dios Perkunas, dios del trueno que se encargaba del orden celestial y de mantener a raya al diablo.
Por si fuera poco, llegamos en Viernes Santo, y todas las iglesias que vimos ese día estaban llenas de gente rezando. La mayoría son impresionantes por dentro y muy barrocas, me gustaron mucho, pero mi favorita ((por dentro) fue la ortodoxa rusa de Todos los Santos, con un interior decorado en verde muy llamativo.
Otras iglesias barrocas importantes son las de San Casimiro, Santa Catalina y San Juan.
Dentro del apartado iglesias destaca en una ciudad tan barroca la de Santa Ana, de estilo gótico pero hecha de ladrillo, y la verdad es que sus filigranas llaman la atención. Dicen que Napoleón se enamoró de ella y la quiso llevar a París. Junto a ella se encuentra la iglesia bernardina formando un bonito conjunto. El interior de ambas es mucho más sobrio que en las barrocas y me convenció menos, peor por fuera son realmente chulas.
Otro monumento que destaca en la ciudad es el castillo Gedimino, en lo alto de una colina en pleno centro de la ciudad. En la actualidad solo queda una torre en pie, pero las subida es bonita y tiene unas vistas desde la azotea que son muy recomendables. Hay una pequeña exposición dentro que apenas pudimos ver porque iban a cerrar pronto, con maquetas del castillo tal y como era en sus tiempos de esplendor.
Justo debajo del castillo de Gedimino se haya el palacio real, hogar de los duque de Lituania durante varios siglos, que no es visitable por dentro:
Y al lado del palacio, la catedral, católica y de estilo neoclásico, que casi parece más un templo griego que una catedral. El campanario está separado y el conjunto queda muy bonito. Entre la torre y la catedral está una baldosa donde empezó la cadena báltica. En 1989 se formó una cadena humana de más de 500 km que unía este punto con Tallin, pasando por Riga, reclamando la independencia de los países bálticos.
El interior es muy austero, lo que más destaca es la capilla de San Casimiro, cuyo ataúd dicen que es milagroso.