Bueno, la verdad que esperaba que este destino estuviera por aquí comentado tarde o temprano, pero... no.
Suecia es un país al que por muchas razones le tengo cariño, y una de ellas es que fue el primer país extranjero en el que estuve. Hace ya 3 años y medio de aquello, pero fue mi 1º viaje al extranjero y tengo que decir que me marcó muchísimo, seguramente ha sido una de las cosas que más me han influido recientemente en mi forma de ver y hacer las cosas, asi que lo recuerdo aun con más aprecio.
Tuve la suerte de conocer unos suecos más o menos de mi edad en verano de 2008 en Madrid, entablamos cierta amistad y uno de ellos vivía (Y vive) en Estocolmo, y me invitó a pasar allí unos días. Era febrero, quizás no la mejor época para visitar el Norte, pero claro, ese encanto invernal también... también. La verdad que Estocolmo es una ciudad muy nórdica, no es que tenga muchísimo para ver como otras capitales europeas, aunque los ''3 días'' que le dediqué creo que me permitieron ver la mayoría. ''3 días'' porque mi amigo vivía en un pueblo a las afueras de Estocolmo (Media hora en tren) y a las 16:30h era de noche, entonces como podéis comprender el tiempo estaba limitado.
El 1º día se lo dediqué al Gamla Stan, a los alrededores y a hacer el bus turístico para tener una mejor panorámica de la ciudad. El Gamla Stan es, literalmente traducido 'Pueblo viejo', y son los orígenes de la ciudad, del siglo XIII. Es un casco histórico, adoquinado y con una buena tanda de calles estrechas, pero, como no podía ser de otra forma, muy cuidado y tremendamente limpio. Nada que ver con los de algunas ciudades que huelen a orina. Allí hay buena parte de las atracciones de la ciudad, ya sean la Catedral, el Ayuntamiento, el Museo Nobel y demás (Decir que el Museo Nobel solo merece la pena por el testamento de Alfred Nobel, por lo demás no debería llamarse ni museo). Luego me fui al bus turístico que lo cogí de milagro, porque en esas fechas solo hay UNO al día (A las 14:00 h) y llegué por un minuto.
El 2º día se lo dediqué plenamente a la isla de Djurgården (Literalmente traducido, jardín de los animales). Allí se encuentra el otro grueso turístico de la ciudad: El Skansen y el Museo Vasa. El Skansen es seguramente la atracción más llamativa de Estocolmo, un museo al aire libre, que combina zoo (Con animales nórdicos), casas (Traidas de toda Suecia de los siglos XVIII y XIX) y parque. Por no hablar de las vistas de toda la ciudad de Estocolmo. Era martes y no había casi nadie, no sabéis que paz caminar por todo eso sin que nadie te molestase, viendo animales y la Suecia más histórica, mientras nevaba y a la vez brillaba el sol. Estuve allí 5 horas, y no me quedé más porque tenía que ver otros dos museos: El Nórdico, con cosas nórdicas (Pasable, sin más) y el Vasa, un museo que contiene el buque Vasa, un buque del siglo XVII que se hundió en su primera travesia y que fue rescatado del mar hace 50 años. Imprescindible.
Y el 3º día hice compras, me vi el Palacio Real por dentro, que el primer día no pude (Además pillé el cambio de guardia), y me acerqué al Globen Arena. El Palacio Real está bien, y su mayor atractivo es que aun se usa y puedes ver las salas donde el Rey, en ocasiones, se reune por diversos motivos, aunque las fotos dentro están prohibidas. El Globen era más por curiosidad que por otra cosa, está rodeado por un montón de tiendas y de diversos edificios, como la sede del Aftonblådet y algunos hoteles.
Estocolmo siempre será la ciudad donde perdi mi 'virginidad' en cuanto a viajes y siempre la recordaré. Tengo que volver en verano, seguro que la ciudad es de color verde y no en escala de grises como lo era en aquel Febrero de 2009.