Desde hace muchos años, mi primer sueño viajero era ir a Austria para conocer sus paisajes pero sobretodo, ir por todos los sitios donde nacieron los músicos austriacos. Hace 18 años pude cumplir dicho sueño.
Viena. Fue nuestra primera visita. Ahí estuvimos 3 días. Lo primero que hicimos fue visitar el Palacio de Schoonbrung. Un palacio que lo mandó construir el emperador Maximiliano II y es el palacio más visitado de Austria.
Como era el primer día, lo queríamos dedicar a los museos así que después nos fuimos a ver el Museo/Palacio de Sissi. Una maravilla. Lo recomiendo. Después de almorzar, nos fuimos a visitar las casas-museos de los músicos austriacos: Mozart (donde pasó sus últimos años), Schubert y Strauss. Evidentemente, ahí disfruté de lo lindo.
Y para ya descansar de entrar en tantas casas, nos fuimos a un parque donde en aquel entonces (ya no) daban conciertos al aire libre. Los músicos se ubicaban al lado de la estatua de Strauss. Vas oyendo música mientras vas comiendo algo. Si no querias nada, no podías estar (¡estos austriacos...!).Tocaron, entre otros temas, la Marcha Radetzki (tan famosa en los conciertos de primero de año) y pidieron al público que diera palmas (por supuesto que yo daba palmas también al ritmo de la melodía). Estaba tan centrada en las palmas y en la música que cuando terminó la música y bajé la cabeza para seguir comiendo el trozo de tarta, tenía en mi plato a un montón de pajaritos comiéndome la tarta. Los que estaban alrededor mío y yo, no paramos de reir.
Al siguiente día, nos fuimos a ver un museo de la música. Es un edificio enorme. Tiene 5 plantas, Una planta para los instrumentos de cuerda, otra para los de viento, otra para los de percusión, otra para la zona interactiva y donde se podía tocar y experimentar. Y la última era una sala enorme para comprar todo tipo de souvenirs con dibujos de notas musicales (llaveros, pañuelos, bolsos, cinturones, imanes, blusas...Sí, seguramente eso que estáis pensando también estaba .Como colecciono cosas con esos dibujos, me pude comprar alguna cosa, no muchas porque estaba todo muy caro.
Como nos pasamos toda la mañana ahí y yo acabé "borracha" de tanto instrumento, por la tarde la pasamos más suave. Fuimos al Prater donde está el parque de atracciones y la noria que sirvió como escenario para la película "El tercer hombre". Está considerada la noria más alta del mundo. Fue construida en 1.897 para celebrar el 50 aniversario del reinado de Fco. José. Por supuesto yo no me quise ir sin subirme a la noria.
Salzburgo: Al siguiente día fuimos a la ciudad natal de Mozart (junto con Bach es mi músico favorito). Visitamos la catedral (donde todavía se conserva la pila bautismal donde fue bautizado el músico) y la casa de Mozart. Fuimos a tomar un tetmpié al café Tomaselli (datado del año 1.705 y donde Leopold Mozart llevaba a sus hijos a merendar). A la tarde, nos acercamos a las puertas de la casa donde se grabaron trozos de la película "Sonrisas y Lágrimas" (lo que no pudimos pasar porque estaba cerrada al público). Me dio por hacer un poco de broma y en los mismos escalones del acceso a la casa me puse a cantar la canción de "Do, Re, Mi".
[youtube]http://www.youtube.com/watch?=vuhCZCA-bxc[/YouTube]
Rohrau: Al siguiente día nos fuimos a la ciudad natal de otro músico: Franz J. Haydn. Como dato gracioso, tengo que decir que al llegar a la puerta de su casa natal, vi que habían unas tiras con tres colores: Blanco, azul y amarillo: ¡LOS COLORES DE LA BANDERA CANARIA!. ¡Qué casualidad!. Y después de disfrutar de estar en la casa de Haydn y de almorzar por ahí, nos fuimos al palacio Esterházy donde estuvo trabajando Haydn para los reyes muchos años.
El último día, (de nuevo en Viena)ya lo pasamos "light". Paseando por Viena, haciendo las últimas compras, sentándonos a disfrutar de los músicos que tocaban algún instrumento por las calles...etc.
El año pasado hice un crucero por el Danubio, y lógicamente, pasé por Viena nuevamente. Noté un cambio: Viena se parece ya a Madrid (había mucha más polución y mucha más gente) y el carácter de los vieneses también a cambiado: Parece que el Danubio se les ha subido a la cabeza