Yo casi siempre había padecido de dolores fuertes en el estómago, indigestiones, etc... Hasta que un día, a través de la medicina china, me hice un test de alimentos muscular. Ésto consiste en: tumbarse y levantar el brazo hasta la mitad, poner el alimento en cuestión justo en el centro del pecho, y en la nuca te tocan en un sitio y depende de si el brazo se te cae solo o se queda quieto pues te dice si tienes alergia o indigestión a ese alimento.
Mucha gente no se lo cree e incluso piensan que me han tomado el pelo, pero yo desde que dejé de comer alimentos que en ese test me dieron como alérgicos o indigestivos, ya no siento esos dolores de estómago como tenía antes.
Ya no como carne de cerdo ni de vaca, pero sí de pavo y pollo, que son más suaves.
El huevo tampoco lo como, eso de que sea el óvulo de las gallinas...
El aceite de girasol, los frutos secos y el tomate tampoco, porque me producen bastante indigestión.
Las verduras sí, muchísimas. Lo curioso es que en puré como todas las verduras habidas y por haber, pero sólidas sólo unas pocas, sé que es cuestión psicológica, pero bueno.
Fruta: tanto en zumos naturales, como en puré o normal.
Las combinaciones de fruta y verduras en zumos están muy buenas, por ejemplo: piña y brócoli o manzana y rábanos.
Tampoco tomo azúcar, ni nada que lo lleve. Utilizo el sirope de ágave en polvo o miel.
Mi madre y yo somos adictos a hacer cosas caseras en casa, sobre todo postres integrales, sin azúcar, etc... ¡Están buenísimos!
También mi madre me ha inculcado muchísimas cosas ecológicas, y prácticamente casi todo lo que consumimos lo compramos en herbolarios o en el pasillo ecológico del Carrefour. Sí, es algo más caro, pero ganas en salud, y eso es muy importante, al menos para mí.
Otra de las cosas que me sacan de mis casillas es todas las mierdas que le hechan a las cosas para que o duren más o simplemente potenciarles el sabor. Son los famosos E-XXX (X son números, por ejemplo E-621, que es el peor). Cuantos menos E-XXX tenga un alimento en sus ingredientes, es mucho más sano.
Mi madre y yo cuando vamos a la compra nos podemos tirar entre 2 y 3 horas leyendo los ingredientes de todas las cosas, ¡nos encanta!
Todo el mundo al que le cuento todo esto que acabo de escribir terminan por reírse de mí mientras se están bebiendo un Monster y comiendo un bocata de chorizo, mortadela y paté. Más me río yo de ellos que no saben la de mierda que se están metiendo para el cuerpo. ¡Ojo! Que yo respeto a todo el mundo, que coman lo que quieran, a mí me da igual.
Yo considero que llevo una alimentación bastante saludable, y no sé si será psicológico pero yo me siento muchísimo mejor desde que he cambiado mis hábitos de comer.