- “Qué alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor, ya están pisando nuestro pies tus umbrales…”
No pude escuchar las últimas frases de la canción porque ya estaba fuera. Mi hija me había dejado sola en el banco para ir a tomar la comunión y fue entonces cuando aproveché para escabullirme entre los feligreses y salir por la puerta lateral, la que daba a la calle que baja hasta la plaza. Allí estaba esperándome Antonio con el motor de su Ford Courier encendido. Nos miramos y sonreímos cuando al salir de la última rotonda una de las ruedas derrapó en el asfalto. Atrás dejaba a la superabuela, a la viuda, a la beata. Por delante simplemente una autopista hacia la segunda juventud.
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El autor sobre su propio relato: escribió: Es un homenaje a esas mujeres que han tenido que aguantar durante años al marido, o a los hijos que la sobrecargan, las vecinas… Esas mujeres que sostenían un poco el entramado familiar sacrificando su propia felicidad y su derecho a rehacer su vida.
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Los comentarios del resto de los concursantes:
Campo escribió:Óle con la abuela!! Poniéndose el mundo por montera, jeje. Micro desenfadado y que desprende optimismo por los cuatro costados. Me ha gustado.
Edu.R escribió:Una muy buena idea y bien desarrollada, relato muy adulto, y es que en la vida, muchas veces no podemos romper con algo que ‘no nos gusta’, hasta que llega un momento que lo hacemos porque queremos o porque tenemos la oportunidad. Hay que disfrutar y ser felices.
Nirgal escribió:Me costó un par de lecturas endenderlo, pero mola muchísimo. La abuela dándose a la fuga con un galán que, espero, tenga pelo en el pecho y voz grave y cuarenta años menos que ella. Lo único que necesita esto para ser perfecto es que en vez del auto fuera una motocicleta.
omaringa escribió: sólo tengo un “pero”, la canción esa se canta durante la comunión? Es que no sé si es así o no jajaja. Por lo demás, me parece un relato genial, la actitud de la señora mandando toda su vida (supongo que aburrida) a freír espárragos y apostando por un amor loco de segunda juventud. Me encanta la actitud positiva de la abuela. Olé.
Pal escribió: Una welilla escapandose en su segunda juventud jeje. Me gusta.
Gatale escribió:. ¿soy el único que no conocía esta canción? jajajaja, me gusta el relato de la s
uperabuela! bravo por ella jejeje
Antonio escribió:No lo entiendo, asi de sencillo, por eso le doy un X
Zenden escribió: Pues ya tenía que estar hasta el toto la madre (o muy enamorada) para abandonar a la hija en plena comunión. Me gusta mucho la idea, pero me da pena que abandone a su hija.. si hubiese sido otro tipo de evento sin niños de por medio... pero dejar así a la pobre hija hace que la madre me caiga mal. En cualquier caso, me ha gustado cómo está escrito, y que se trate el tema de las segundas juventudes, por qué no? Nunca es tarde para ser feliz.