¿Recordais el hit de 1962 “Di papá”, un mano a mano entre José Guardiola, su hija de cinco años Rosa Mary y Dios? Cuántas lágrimas vertidas por amas de casa entre el serial radiofónico y la consulta de la señora Francis en la España de la década de los 60, mientras papá y Rosa Mary con su angelical vocecilla lanzaban moralizantes diatribas evangélicas.
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En 1976, un famoso cantante francés llamado Claude François (conocido también como Cloclo) copiaría la fórmula, que como el mocho o el Chupa Chups era netamente española. En este caso, la lacrimógena canción trataba la conversación entre un padre y su hija, la cual no le conoce de nada porque vive con la madre, presumiblemente a cientos de kilómetros. En una época en que no se conocía la custodia compartida ni los puntos de visita, resultaban conmovedoras las lágrimas del pobre Claude François ante la incomprensión de la niñita y el desdén de la madre, impasible ante el dolor paterno.
Claude François fué una estrella en su pais; nacido en 1939, empezó tocando en clubs de la Costa Azul. Decidido a triunfar, llegó a Paris y grabó un primer single que pasó desaperibido. Sin embargo, perseveró y en 1962 lograría vender dos millones de copias de una versión de un tema de los Everly Brothers.
A partir de ese momento, la suerte no le abandonaría, llegando a ser empresario de una discogràfica, una agencia de modelos y de una editorial, aparte de señalar su agudo olfato para detectar qué era lo que el público demandaba, creando por ejemplo Les Claudettes, una especie de Mamachichos primigenias, que causaron furor cuando acompañaban a Claude en sus apariciones televisivas; su vida aparecía cada semana en las revistas del corazón, y por cierto, iniciaría una relación sentimental con France Gall en 1964 que levantó polvareda en las revistas del corazón galas de la época. Se decía que Claude sentía unos celos tremendos de la sintonía entre su novia y Serge Gainsbourg, que la tenía como fetiche, y por qué no decirlo, de que France tuviera mejores índices de popularidad que él, al punto que intentó convencerla para que no fuera al ESC de 1965. Sin embargo, la cantante seguiría su instinto y los consejos de Gainsbourg, fué, cantó y venció. Esa misma noche, desde Nápoles, llamó a Claude para transmitirle su alegría, a lo que é lle respondió que había ganado Eurovisión, pero que le había perdido a él.
Junto a otro compositor, Jacques Revaux, escribió en 1967 una canción llamada “Comme d’habitude”, en la que habla de su ruptura con France Gall; se trata, ni más ni menos que del famosísimo “My way” que popularizaría poco después Frank Sinatra, siendo Paul Anka quien la tradujo al inglés y se la mostró al inmortal crooner norteamericano, aunque cambiando por completo el sentido de la letra.
Pero si es recordado Claude François es por otro de sus mayores éxitos, la manecionada “Le téléphone pleure”, que llegó a entrar en las listas de éxitos britànica en 1976.
Tal prometedora carrera artística se vió truncada un día de 1978 en París, tras un accidente doméstico. Falleció con solo 39 años, siendo la noticia un shock en la sociedad francesa.
También hubo versión en castellano, por nuestro viejo conocido Domenico Modugno, con el título "Llora el teléfono":
Y otra que se hizo muy famosa en tierras andinas, interpretada por el peruano José Carlos:
Hala, a llorar a moco tendido, que eso es bueno.