Pensamos que el vals es un baile, pero es mucho más; en realidad es un ritmo musical, cuyo origen se cree en el Tirol y el sur de Alemania, danzas campesinas cuyo nombre proviene de la palabra alemana walzer, girar o rodar, y que ya se conocían en el siglo XII.
En el siglo XVIII se introdujo en la alta sociedad europea, a pesar de que, hasta ese momento, era mal visto por su origen rústico. Pero la burguesía terminó aceptando el baile llamado vals, que principalmente en Viena y en los salones más prestigiosos, se transforma en el llamado vals vienés, y que es el que normalmente conocemos.
Por eso, es muy común considerar a la familia Strauss la inventora del vals, pero nada más lejos de la realidad. Ya se conocen creaciones musicales en 1770, siendo introducido posteriormente en Paris o Londres, donde fue temporalmente prohibido por su inmoralidad. No obstante, después de más de dos siglos de existencia, el vals vienés es el padre de los bailes de salón y aun sigue presente en la cultura occidental.
Grandes compositores de valses fueron Chopin o Tchaikovski, que no eran austriacos, y existen diferentes tipos: el vals francés, el vals inglés o de Boston, el vals criollo, el vals tango… de hecho, muchas músicas y bailes que tienen el compás ¾ son denominados valses.
Pero indudablemente, quien lo elevó a la categoría de baile de la corte de los Habsburgo en la Viena imperial, fue Johann Strauss II, hijo de otro famoso compositor, Johann Strauss y hermano de los también músicos Josef y Eduard, asi que podemos comprobar que fue una familia influyente en la Austria del siglo XIX.
Nacido en Viena en 1825 y muerto en la misma ciudad en 1899, no solo compuso valses, también fueron muy populares sus marchas, polkas y operetas. Sin embargo, su propio padre saboteó sus intentos de abrirse camino como músico, y durante su juventud sólo contó con el apoyo de su madre. La rivalidad pasó también al aspecto político, pues mientras Strauss padre apoyaba la monarquía de los Habsburgo, el hijo a los revolucionarios que luchaban contra ella, llegando a ser detenido por tocar “la Marsellesa” en público.
La muerte de su padre le permitió superarlo en fama gracias a sus composiciones; el hecho de congraciarse con la monarquía tras la subida al poder de Francisco José I, el marido de la famosa Sissi, también le ayudó a popularizarse entre la alta sociedad vienesa. Fueron famosas sus giras internacionales por Rusia Alemania, Gran Bretaña, Italia, Francia, Polonia e incluso los EE.UU. Terminó formando una empresa familiar con sus dos hermanos, en que realizaban conciertos por toda Austria, aunque el más popular de los tres siempre fue Johann.
“El Danubio azul” (“An der schönen blauen Donau”) fué compuesto en 1866. Inicialmente tenía letra, creada por el comisario de policia, quien se pasó de patriota y no gustó nada en el estreno. Sin embargo, cuando posteriormente el propio Strauss lo interpretó sin letra, en la Exposición Universal de Paris, la aceptación fué inmediata.
A “El Danubio azul” se le cambió la letra por otra más acorde a los gustos de los vieneses, per es universalmente conocido sin ella; es sin duda el vals más interpretado y bailado en todo el mundo, el himno no oficial de la república de Austria y uno de los bises del Concierto de Año Nuevo