Todos mis deseos para que Salvador se recupere lo antes posible tras el trasplante y gracias eternas a todas las personas que en el momento de la perdida de un familiar tienen la generosidad de donar los órganos para dar vida. En mi familia he vivido las dos situaciones y ojalá todos estemos concienciados en lo importante que es ser donantes ya sea en vida como se puede hacer con la médula o después de la muerte.