Ficha técnica de la canciónYulia Samoylova en InstagramYulia Samoylova en VKRusia es la prueba de que las segundas partes nunca fueron buenas... o sí.
Lo bueno: Dima Bilan. Dima montó un pollo maravillosamente absurdo sobre el escenario en 2006, descansó un año, y luego montó un pollo aún más maravillosamente absurdo sobre el escenario en 2008 y ganó.
Lo malo: Yulia Samoylova.
El pollo ni siquiera se montó sobre el escenario, una semana después de que terminara Eurovisión 2016 ya lo tenían bien montado, con Kirkorov sacando media docena de argumentos distintos sobre por qué Jamala debía ser descalificada.
Se entiende en cierta forma porque el resultado de Rusia en 2016 es el top 3 más humillante que haya recibido ningún país (salvo tal vez Cliff Richard en 1968). Sí, hicieron Top3, pero la verdad es que iban por la victoria. Y lo que es peor, ganaron el televoto pero no fue suficiente. Y lo que es peor, ganó Ucrania. Y lo que es peor, con una canción sobre Rusia que siendo realistas no debería haber podido participar.
Considerando todo esto, todos estábamos en ascuas por ver que iba a mandar Rusia a Ucrania para recuperar su orgullo. Algunos apostábamos por el regreso de Sergey o Polina, o algún artista de alto calibre que fuera a ganar. Y por supuesto, una canción que fuera sutilmente sobre Crimea, tan sutilmente que la EBU no tuviera argumentos para rechazarla pero que todos supiéramos de lo que iba.
Y abucheos, muchos abucheos.
Rusia decidió enviar una bola curva que nadie se esperaba:
Yulia Samoylova, una cantante de 28 años a la que una enfermedad degenerativa dejó en silla de ruedas desde su infancia. Antes de ser elegida para ir a Eurovisión, lo más notable que había hecho fue participar en
la apertura de los Juegos Paralímpicos de Invierno en Sochi en 2014.
La canción con que fue elegida, Flame is Burning, tampoco tenía que ver con Crimea, más bien es el clásico tema sobre la esperanza y el amor y sobrevivir y love love peace peace:
(Digan lo que digan, a mí me encantó el tema, aunque como estrategia me desagradó bastante).
Y luego, el pollo: Ucrania decidió prohibirle la entrada a Yulia por haber visitado Crimea entrando desde Rusia, hubo varias semanas de negociaciones tensas que concluyeron con Rusia retirándose. Pero antes de irse, la TV rusa declaró que no dejar participar a Yulia había sido una injusticia y que iban a repararla enviándola el siguiente año.
Siendo sincero, yo desde un principio pensé que eso era postureo y que iban a desechar a a Yulia como un Kleenex con el que ya te sonaste la nariz. Yo pensé que el año pasado iban a mandar a Sergey sí o sí, o a algún otro artista de gran calibre. Yulia había cumplido su función perfectamente y no tenían nada más qué hacer con ella.
Pero resultó que no. De una forma o de otra, alguien en las altas esferas de la TV rusa decidió que era buena idea efectivamente volver a mandar a Yulia, incluso aunque habría sido muy fácil conseguir que se retirara.
Y en marzo de 2018 presentaron el tema, I Won't Break:
Fue compuesto por exactamente el mismo equipo que Flame Is Burning, pero es mucho menos adecuado para ella. Los directos de Yulia en general son entre cuestionables y malos, pero todavía existía la posibilidad de que con Flame is Burning consiguiera llegar a algo decente. Con I Won't Break no había esa duda, prácticamente desde un principio estábamos seguros que no iba a llegar.
El video es una obra de arte que termina con Yulia convertida en una montaña, porque por supuesto que por qué no hacerlo.
Durante los ensayos... nos enteramos que iban a recrear ese concepto sobre el escenario. Yulia estaba sentada en una montaña con proyecciones, acompañada de dos bailarines y tres coristas. Y aún así nos dieron uno de los peores directos de la noche, tanto ella como los coristas. Y considerando que compartían semifinal con Melovin, Lea, Ingrosso, Christabelle y los Doritos, se quedaron muy cortos en cuanto a la puesta en escena. Yulia quedó en el puesto 15 de la semifinal, sin pasar ni por el televoto (puesto 11) ni por los jurados (puesto 17).
Juzguen ustedes mismos si esto merecía pasar:
Creo que pocas veces le he tenido tanta lástima a un participante eurovisivo como a Yulia. En mi opinión, la TV rusa se dio cuenta de que si dejaban tirada a Yulia cabía la posibilidad de que
Ucrania alguien lo usara para hacerlos verse mal, así que decidieron jugar a la segura mandándola pero sin poner nada de su parte, apostando a que ser Rusia les bastaría para pasar a la final, quedar en la mitad baja de la tabla y cumplir sin tener que poner ningún esfuerzo. No apostaban a hundirse como se hundieron. Y después de terminar Eurovisión, ahí sí dejaron tirada a Yulia.
En fin, este año veremos qué sucede con el siguiente intento de segundas partes de Rusia. En 2016 Sergey Lazarev montó un pollo maravillosamente absurdo sobre el escenario...