FICHA TÉCNICA COMPLETA DE LA CANCIÓNVideoclip oficial:Actuación de la semifinal:Actuación de la final:Tras una racha demasiado prolongada de quedadas en semifinales, Bulgaria volvió al festival con fuerza y lograba una cuarta posición en 2016 y terminaba en segundo lugar al año siguiente, con una puntuación que habría sido suficiente para ganar cualquier otra edición excepto la de 2017.
El hype organizado en torno a la candidatura búlgara de 2018 parecía justificado. No en vano, el país marchaba segundo en las apuestas cuando solo quedaba su canción por conocerse, además de la de Georgia. Parecía a ciegas una de las opciones más seguras a la hora de echar la quiniela por el top 10.
Fue entonces cuando se anunció que el tema sería
Bones, escogido de forma interna e interpretado por el grupo Equinox, formado expresa y únicamente para el festival. Solo tres quintos de la agrupación eran búlgaros de nacimiento, siendo los miembros restantes estadounidenses. La canción fue recibida de forma algo fría. Sí que gustaba bastante en general y el conjunto era muy novedoso (había quien hablaba, incluso, de la composición y producción más moderna de la historia del certamen), pero no gritaba winner alert por los cuatro costados como se esperaba, aunque sí se la veía fija en el top 10 y con un top 5 casi hecho.
Bulgaria quedó encuadrada en la primera semifinal, junto a países con un historial relativamente malo en cuanto a resultados en Eurovisión; sin embargo, existía consenso general cuando se decía que era en realidad la tanda de la muerte (más tarde esto se reflejaría en la posición de los clasificados en la gala final en comparación a los que lo habían hecho desde la segunda). En cualquier caso, no parecía que Bulgaria fuese a tener el más mínimo problema para pasar.
Y de repente era ya martes de la semana eurovisiva. Bulgaria salía en el puesto de actuación 10, detrás de Estonia y antes de Macedonia. Estaba encajada, en definitiva, entre dos actuaciones memorables (cada una por razones distintas, pero eso es otra historia). La
performance de Equinox comenzaba con el escenario completamente a oscuras, con algún foco iluminando a los cinco intérpretes. Con algún que otro juego de cámaras y plano corto, centrándose en los miembros que cantaban en cada momento, transcurría la primera mitad de la interpretación.
No era hasta entonces, tras una explosión digital de tinta, que Zhana comenzaba a cantar. Era sin duda por su apariencia la componente que más destacaba del quinteto (no solo era la única mujer si no que además estéticamente iba ataviada de forma muy imponente, con peluca divesca incluida
), pero era posiblemente la menos protagonista a la hora de formar parte del tema estrictamente.
El culmen de la actuación llegó con todos los integrantes masculinos del grupo coreando el estribillo, mientras una corista escondida hacía una especie de grito místico, siendo el objetivo que Zhana se apropiase de él mientras movía los labios al mismo tiempo que se producía.
Llegó el momento de los sobres y los pronósticos se cumplieron: Bulgaria pasaba a la final. Lo que no se sabía por entonces es que lo había hecho únicamente en un discreto séptimo lugar, siendo cuartos para el jurado y solo octavos para el televoto (por detrás de países como Irlanda o Finlandia).
El batacazo se confirmaría en la final. A pesar de ser novenos en la votación del jurado, no pudieron pasar de un 14º para el televoto, posición que conservarían en el ranking final. Parece que la BNT tenía muchas esperanzas en la candidatura e invirtió una gran suma de dinero en la misma, pues la delegación de Bulgaria no estará en mayo en Tel Aviv.
Desde mi punto de vista personal, no voy a esconder que esta candidatura fue una de mis grandes odiadas de la pretemporada
Aún así, intentando ser lo más objetivo posible, entiendo el tortazo final. Probad a ver la actuación sin sonido, centrándoos estrictamente en la interpretación. Es un conjunto cuanto menos caótico y entiendo que el espectador medio se sintiese perdido. Además, la canción no es tan impresionante a primera escucha y menos cuando hemos visto que Europa se ha cansado del olor a plástico y la artificialidad.
Hasta aquí mi última presentación de este año