FICHA TÉCNICA COMPLETA DE LA CANCIÓNVideoclip oficial:Actuación de la semifinal:Actuación de la final:Grecia debutó en esto de Eurovisión allá por el lejano 1974. En su primera etapa en el concurso se caracterizó por un fuerte componente étnico y una identidad marcada, aunque normalmente sus resultados no destacasen para bien o para mal. Aunque entre el 2001 y el 2013 se convirtió en uno de los adversarios más temibles del certamen, con 10 top ten en solo 13 años, que incluían varios podios y su única victoria, desde entonces no había vuelto a la mitad izquierda de la tabla e incluso se había quedado en semifinales por vez primera.
El sistema de elección de la canción griega fue, cuanto menos, controvertido. La ERT había convocado preselección pública de temas tras dos años de elección a puerta cerrada. Sin embargo, solo la discográfica de una de las finalistas inicialmente escogidas fue capaz de hacer frente a la tasa de 20 000 € que pedía la cadena griega, requisito imprescindible para representar al país heleno. Yianna Terzi se convertía automáticamente en la que defendería la candidatura de Grecia.
Inicialmente el tema fue recibido con gran hype en este portal, donde se hablaba de la esperada vuelta de Grecia al top 10. Otro sector, no mayoritario pero sí numeroso, no encontraba la conexión con el tema y establecía comparaciones, no demasiado desacertadas, con
Amanecer y Edurne. Con el paso del tiempo y la aparición de nuevas canciones, el favoritismo en torno a Grecia se fue diluyendo de forma parecida a lo que ocurrió con Países Bajos en 2015, y ya sabemos cómo terminó todo en aquella ocasión...
También se conoció más tarde que la primera semifinal en la que había quedado encuadrada
Oneiro mou había resultado ser la de los grandes favoritos, donde había más canciones con posibilidades que plazas de finalista (y efectivamente, todos los semifinalistas que ocuparían el top 6 de la final saldrían de la noche del martes). Grecia no tenía quizá una de las propuestas más sólidas aunque tampoco fuese una completa descartada, pero como bazas contaba con la tradicional cantidad de puntos de ventaja con los que partía en el televoto y una actuación que se presumía iba a ser espectacular. Así, en las porras de clasificados, Grecia se encontraba clasificada en más de las que estaba eliminada, pero no se podía uno decantar sin titubeos por una u otra opción
Llegó entonces el 8 de mayo, martes, día de la primera semifinal. Yianna Terzi defendería su tema justo después de la sobria y compacta actuación de Austria y antes de la recargada propuesta escénica de Finlandia. La actuación helena comenzaba con el escenario oscuro y algunos focos azules encendidos. La Terzi empezó los primeros compases del tema algo temblorosa y en la primera estrofa se había revelado el vestido blanco que llevaba, llevando además la palma de su mano izquierda pintada de azul, colores que hacían alusión claramente a la bandera de su país.
Al llegar el primer estribillo se vio a Yianna algo más cómoda, que aunque si bien había sido ayudada por el gran trabajo de sus coristas y no era ningún portento vocal, se mostraba más segura y confiada. A medida que avanzaba la canción, el escenario se teñía de tonos dorados en momentos clave del tema, dando una sensación de progresión más acentuada.
Y llegó entonces el gran fallo escénico de la noche: el puente instrumental. Grecia, que se caracterizaba hasta entonces por aprovechar las puestas en escena al máximo, decepcionó a todos. Es verdad que hubo un par de emisiones pirotécnicas y que la realización tampoco ayudó, pero en el puente pasó de todo y nada a la vez. Intuimos que Yianna hacía cosas,
como los catalanes, pero nadie sabía exactamente qué. Levantaba un poco la manga del vestido de forma intensa, sonreía a cámara, se movía ligeramente a la derecha... Pero en definitiva, nada demasiado trascendente.
Grecia no solo se quedó en semifinales, sino que además lo hizo por bastante diferencia, no pudiendo pasar del 14° puesto en la ronda clasificatoria. Aunque sí había estado entre los 10 mejores para el televoto (ya cada uno puede sacar sus conclusiones sobre si esto se produjo debido a ser Grecia y no San Marino o a que verdaderamente gustaba la canción), el jurado no le otorgó más de 28 puntos.
Personalmente, aunque la canción nunca me llamó la atención y hasta le cogí cierta manía al ver lo que gustaba por estos lares inicialmente y a día de hoy siga sin decirme demasiado, me da bastante pena todo lo que ha ocurrido con esta propuesta. Creo que desde la ERT y la delegación griega no se tomaron más que las decisiones equivocadas, desde el mal planteamiento de la elección del tema al momento de exponerlo ante Europa. No creo que haya nadie en desacuerdo conmigo si digo que Grecia está bastante perdida en el ESC últimamente, más viendo cómo le ha ido a artistas griegas dispuestas a representar a Grecia, compitiendo por otros países. Tampoco sé hasta qué punto es esto fruto de los problemas económicos que pueden atravesar.
Feliz Navidad y año nuevo, tanto terral como eurovisivo, a todos
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