Rumanía

[omaringa]

Inauguro mi primer post creado en este subforo, que creo que visitaré a menudo ya que me encantan los viajes, y no sólo el hecho de viajar, soy de los que disfrutan preparándolo todo con antelación de meses y siguen disfrutando después viendo las fotos, etc. Y para empezar, nada mejor que mi último destino hasta la fecha, Rumanía.

Estuve en este país del 2 al 14 de Agosto de 2012. Es un país que me ha llamado mucho la atención y es que en parte es como vivir en directo algún capítulo de Cuéntame, sobre todo cuando sales de la capital. Se nota que es uno de los países más pobres de la UE pero tiene un potencial tremendo turísticamente hablando. En este aspecto están aún en pañales y les queda mucho por mejorar, pero tienen mimbres de sobra para hacer un buen cesto. Además tiene el aliciente de ser muy barato, y en estos tiempos que corren se agradece ir a un país donde puedes pegarte una buena comida por 5 o 6 euros en un restaurante caro y no gastarte medio sueldo en una noche de hotel. Además, como aficionado a las pelis de terror el mito de Drácula ha estado muy presente en el viaje, aunque poco tiene que ver con el Drácula histórico pero esto también me ha servido para descubrir a un personaje enigmático y cruel, pero que es venerado por los rumanos como un héroe nacional. Iré contando el viaje por dias, ya que sería muy largo para un solo post.

Dia 2 de Agosto: este dia sólo hicimos el vuelo desde Málaga a Bucarest con la compañía Blue Air, rumana. Volamos hasta el aeropuerto de Otopeni, muy moderno y muy cerca de Bucarest. Llegamos a las 23:30 así que este día sólo recogimos el coche de alquiler y nos fuimos al hotel que teníamos reservado. Era un hotelito pequeño en el pueblo de Otopeni, pero la verdad es que muy bien preparado. Habitaciones amplias, muy limpias, bastante nuevo y con aire acondicionado y nevera. El personal muy amable. En este aspecto me sorprendió Rumanía, ya que en las guias ponían que solían ser maleducados y bastante bordes en los hoteles, pero nuestra experiencia fue todo lo contrario. En general la gente fue muy maja en todas partes, mucho más que en otros países. Sin embargo sí que pudimos comprobar en la primera noche uno de los tópicos de Bucarest, los perros callejeros, había unos cuantos por el pueblo y posteriormente comprobamos que están por todo el país y las carreteras.

Dia 3 de Agosto. Este dia lo reservamos para ver Bucarest. Por los comentarios que había visto en foros no esperaba gran cosa de la capital, todo el mundo coincidía en que es una ciudad con poco atractivo e incluso muchos recomendaban pasar de ella, pero nosotros preferimos dedicarle al menos un dia, que para eso es la capital. Quizá por eso no me decepcionó. La zona norte está llena de avenidas y paseos interminables con muchos parques y arbolado, bonito pero algo monótono para ir paseando a pie. Estuvimos por la zona de las embajadas y se notaba que era un barrio pudiente. Hace no muchos años a Bucarest se la llamaba la París del Este, precisamente por sus boulevares amplios, edificios ostentosos, etc. Incluso tienen su propio arco del triunfo en esta zona.



Después cogimos el metro, con pocas líneas pero en un estado bastante bueno, y nos fuimos a la zona del Parlamento. Sin duda, es lo que más me gustó de la ciudad. Se trata del segundo efidificio más grande del mundo en cuanto a superficie, sólo por detrás del Pentágono de EEUU y es un delirio de grandeza del dictador Ceaucescu, que quería mostrar al mundo la grandeza de Rumanía y construyó este mamotreto a todo lujo cuando el pueblo se moría de hambre en muchos casos. Este hombre y su mujer eran unos déspotas de cuidado. La visita guiada es muy interesante y recomendable ya que te lo cuentan todo y se hace muy entretenido. Por fuera es impactante, pero el interior es casi tan impresionante o más por su decoración y su historia. Se puede subir a la terraza donde hay unas vistas muy buenas de la ciudad. Hay que reservar la visita por teléfono el dia anterior.



Tras la visita, inentamos comer en la cerveceria más antigua de la ciudad, pero estaba reservada para una fiesta privada y nos quedamos con las ganas. Acabamos comiendo en un hotel que está en un edificio que perteneció a un rico comerciante armenio y que nos gustó mucho, tenía una especie de patio interior con varios pisos y balcones donde se estaba muy bien. La comida, buena y barata jejeje. Después recorrimos lo poco que queda del centro histórico de Bucarest, ya que Ceaucescu destruyó gran parte de la ciudad antigua para construir las grandes avenidas y el parlamento. Hasta hace poco el centro estaba muy descuidado y los edificios en muy mal estado, muchas veces ocupados por gitanos ilegalmente. Pero al parecer se está reformando a marchas forzadas y ya hay muchas zonas rehabiltadas y con multitud de restaurantes y terrazas que le dan mucha vida.



Luego emprendimos la vuelta hacia el norte de la ciudad, donde teníamos el coche, por la Calea Victorei, la más importante de la ciudad según la guia y donde más concentración de monumentos y edificios históricos había. No está mal, pero tampoco nos deslumbró. También afectó que era la hora de después de la comida y hacía muuuuucho calor así que ese día acabamos bastante cansados y deseando llegar al hotel para poner el aire acondicionado jejeje.

[omaringa]

Dia 4 de Agosto: este dia salimos por fin de Bucarest y fuimos tras los pasos de Drácula. A unos 40 kilómetros de la capital está el lago Snagov. Es una zona de recreo para los rumanos donde hay restaurantes, hoteles, campings, etc y es habitual que vayan los fines de semana a hacer barbacoas. En el trayecto tan corto ya comprobamos algunas de las advertencias sobre las carreteras rumanas: mucho tráfico, carros tirados por caballos, peatones por el arcén, señoras vendiendo frutas y hortalizas... Esto es sin duda algo que tienen que mejorar y lo peor del viaje, las carreteras son un infierno y ralentizan mucho los viajes. Cuando calculé las distancias entre ciudades ponía una media de 50Km/hora para los desplazamientos, pero a veces era incluso menos. En una de mis guias ponía que deberían crear un videojuego de conducción inspirado en la conducción por Rumanía, pensaba que exageraba pero no, los obstáculos son múltiples y es toda una aventura.

En el lago Snagov hay una pequeña isla en medio, y en la isla hay un monasterio donde está la supuesta tumba de Drácula. Para llegar a la isla contratamos a un señor que nos llevó en una lancha con motor y después nos iba a recoger. El tio era un poco friki y nos daba una vuelta por el lago. A la vuelta se quedó sin gasolina y tuvo que echar mano de la garrafa de emergencia que llevaba... vaya susto me pegué! No es seguro que los restos que hay en el monasterio sean los de Drácula, pero sí que es cierto que lo mataron en los bosques que rodean al lago. El monasterio es típico ortodoxo, con muchas pinturas decorando cada centímetro cuadrado de las paredes y el techo y bastante bien cuidado. Tiene un jardín con unos ponis, una cabra, un pozo... muy bucólico todo. Me gustó bastante la visita.



Después de Snagov pusimos rumbo a Targoviste, antigua capital de Valaquia antes de que se trasladara a Bucarest. Allí vimos las ruinas de la Corte Principesca, el palacio donde los voivodas (príncipes) valacos tenían su trono y donde Drácula gobernaba y empalaba, quemaba o torturaba a sus enemigos. Lo mejor conservado es la Torre del Ocaso, donde hay una exposición sobre Drácula, y la iglesia del complejo. El resto de la ciudad es un poco anodino y tampoco vimos mucho más, sólo el restaurante donde comimos y donde pudimos escuchar a Mandinga y la omnipresente Euphoria. Hoy en dia es una ciudad industrial y con mucha influencia de la época comunista. Además, en esta ciudad fue asesinado el dictador Ceucescu en la revolución de 1989.



Después de comer nos pusimos en camino a Brasov. El camino se hizo bastante largo y fuimos por carreteras secundarias, que pasaban por todos los pueblos. En algunos casos eran asentamientos gitanos y estaba todo muy destartalado. Fue la primera toma de contacto con la Rumanía profunda. Esa tarde tuvimos que atravesar carreteras de montaña y cruzar los Cárpatos para llegar a nuestro destino, Brasov, la puerta de entrada a Transilvania. El paisaje de los cárpatos es muy alpino, muy verde y me gustó muchísimo, por suerte al dia siguiente tuvimos que volver por ese camino. Llegamos justo para dejar las cosas, ducharnos y salir a cenar, por lo que no visitamos nada más. En Transilvania descubrimos que la salsa de ajo la ponen en todas partes, y en otras zonas de Rumanía no, por lo que el mito del ajo para combatir vampiros tendrá alguna relación con eso supusimos.

El hotel donde nos quedamos en Brasov era una pensión, un poco cutrecillo, pero estaba Micaela, que debía ser la única que trabajaba allí y hablaba muy bien español. Tenía una terraza donde pasamos las noches jugando a las cartas y bebiendo cubatillas rumanos sin hielo.

[Edu.R]

¿Vas a seguir hasta el día 14 o no?

¿O fuiste solo un día a Bucarest y el resto te quedastes por Transilvania?

[Iceman]

¿Vas a seguir hasta el día 14 o no?

¿O fuiste solo un día a Bucarest y el resto te quedastes por Transilvania?

Jajaja estamos en plena mudanza. Pronto seguirá: Rumanía en cómodos capítulos

[omaringa]

Dia 5 de Agosto: este dia deshicimos parte del camino recorrido el dia anterior y fuimos a Sinaia, algo más de una hora desde Brasov. Esta ciudad es una de los enclaves turísticos más importantes de Rumanía. En invierno atrae mucho turismo de esquí, ya que cuenta con varias pistas en los Cárpatos y tiene teleféricos y telecabinas para subir a ellas desde el centro de la ciudad, y en verano es una zona muy dada al senderismo. Este año no hemos hecho ninguna ruta de senderismo como otras veces, y es que nos daba un poco de reparo el tema de los osos, ya que Rumanía es el país de Europa con más ejemplares.

En Sinaia hay una atracción que no te puedes perder, el castillo de Peles. En realidad es más bien un palacio, y qué palacio!!! Sin duda es uno de los palacios más bonitos que he visto, tanto por el edificio, por su decoración interior y por su ubicación en las montañas. Es del siglo XIX y fue mandado construir por el primer rey de Rumanía, y para su época fue muy moderno. De hecho, fue el primer palacio europeo con electricidad. La visita es muy interesante y te explican muchos detalles. Sin embargo la organización para entrar y salir es horrible. Todos los visitantes entran y salen por la misma puerta y los diferentes tours los anuncia una señora a grito pelado. Pero bueno, la espera y esa incomodidad merece la pena. Nosotros contratamos la visita completa y echamos un par de horas o así visitando el castillo.



A unos pocos metros del castillo de Peles está el de Pelisor, algo más modesto y que lo mandaron construir para la mujer del príncipe heredero ya que parece que no se llevaba bien con los reyes, cosas de familia. Ese dia se nos hizo muy tarde con la visita de Peles, así que no comimos en un restaurante y compramos unas cestas de moras a unas mujeres que había por allí, y esa fue nuestra comida. Por la tarde visitamos el monasterio de Sinaia, muy bien cuidado y bontio, pero sin ser nada espectacular.



Después nos perdimos por la ciudad, cuesta arriba y cuesta abajo, buscando el terminal de la telecabina para subir a la montaña y disfrutar de las vistas de los Cárpatos, pero la verdad es que no eran nada espectaculares. El resto del dia lo dedicamos a ver un poco el centro de la ciudad y darnos un homenaje a la hora de la merienda en una cafeteria donde ponían unos cafés muy elaborados y unas tartas bastante buenas!

[DrWaksman]

Oscar, ¡ya podrias grabar un video con las fotos y con tu voz en off y subirlo a youtube! Sería mucho mas comodo

La verdad es que nunca me imaginé que Rumanía pudiera dar para tanto, asi que estaré atento a ver como se completan todos los dias de viaje.

[omaringa]

Dia 6 de Agosto: Este dia nos dimos un descanso de coche y carreteras rumanas y nos quedamos el dia entero en la ciudad de Brasov. Es una de las ciudades más importantes de Rumanía y antigua capital de Transilvania. Su ubicación a los pies del monte Tampa en los Cárpatos y justo al borde de una gran llanura le dan un gran atractivo. Tiene un centro histórico muy decente, justo al pie de la montaña, y la ciudad nueva, con los típicos bloques soviéticos, se extiende hacia la llanura. Fue una ciudad sajona y por tanto poblada por gentes de origen alemán, y los rumanos vivían en suburbios fuera del recinto amurallado y no podían entrar a la ciudad principal. En el centro destaca la plaza Stafului, donde se encuentra el antiguo ayuntamiento. La zona es peatonal y está llena de terrazas donde nos tomamos unos cócteles y unas limonadas muy exóticas, con melón o aloe vera, que estában buenísimas.



Al lado de la plaza está la Iglesia Negra, símbolo de Brasov y una de las más grandes de Rumanía, lamentablemente estaba cerrada y no pudimos visitarla. La iglesia es de confesión católica, ya que era la iglesia de los sajones.



También vimos la sinagoga judía, y es que Rumanía es un país muy religioso, pero muy variado. En el barrio rumano pudimos visitar la catedral ortodoxa de San Nicolás y allí vivimos una de las experiencias más impactantes del viaje, al menos para mí. Estaban celebrando un entierro así que nos quedamos por fuera, visitando el cementerio. En la mayoría de las ciudades rumanas los cementerios están integrados dentro del entramado urbano y se pueden visitar libremente. Mientras estábamos por allí salieron de la iglesia los del entierro y con la difunta, pero no la llevaban en un ataud, si no encima de una tabla, al descubierto. Fue algo un tanto extraño.



En Brasov cumplimos con uno de nuestros ritos cuando vamos de viaje, comer en un chino. La verdad es que en Rumanía hay muy pocos, así que tuvimos suerte de hacerlo en Brasov. Era bastante lujoso para ser un chino y muy abundante. El menú individual tenía 8 platos!! Por la tarde fuimos a la zona de las murallas y baluartes que todavía quedan en pie y allí cogimos el teleférico que lleva a la cima del monte Tampa. Aquí sí que mereció la pena subir porque las vistas sobre la ciudad eran espectaculares.



Al bajar de la montaña atravesamos todo el centro histórico y fuimos a la ciudadela de Brasov, una fortaleza militar sobre una colina que está recientemente restaurada pero que sólo alberga un par de restaurantes. Este dia conocimos a una pareja de españoles que nos propusieron hacer una excursión nocturna para ver osos, y es que en esta ciudad es habitual que los osos bajen de la montaña y busquen comida entre la basura. Hay agencias que organizan expediciones nocturnas para verlos, pero no nos convencía mucho el plan.

[omaringa]

Dia 7 de Agosto: Esta vez tuvimos que madrugar bastante. Por la mañana dejábamos el hotel de Brasov y teníamos que llegar a la siguiente etapa, Sighisoara, pero visitando por el camino tres pueblos. El primero de ellos fue Bran. Antiguamente fue un puesto fronterizo entre Transilvania y Valaquia y tenía un castillo sobre un peñasco para defenderlo. El caso es que el castillo daba perfectamente con el perfil del castillo del Drácula literario y se ha hecho tremendamente famoso como "El castillo de Drácula", aunque en realidad el auténtico Vlad Tepes apenas estuvo por allí. En la guía se recomendaba estar allí a primera hora ya que es un lugar que se llena de gente y acaba siendo imposible visitarlo con comodidad. El castillo es de origen medieval pero está muy bien conservado por dentro, y está lleno de pasadizos, escaleras que crujen, recovecos... Y se conserva mobiliario y una exposición sobre los reyes de Rumanía, que lo utilizaron durante un tiempo como residencia de verano.



En algunas partes de Rumanía escasean las tiendas de recuerdos, pero no es el caso de Bran. Hay instalados muchísimos puestos de souvenris donde encontrar auténticas frikadas relacionadas con el conde vampiro, también puestos de comida y bebida, y lo mejor de todo, un pasaje del terror!!! Evidentemente, no pudimos resistir la tentación y entramos para echarnos unas risas. Está muy bien montado y en algunos casos hasta te asustas!!! Aquí también cumplimos con otra tradición, comprar el regalo del amigo invisible. Todos los años hacemos el amigo invisible y nos damos un rato a solas para que cada cual compre los regalos, con la condición de que tienen que ser recuerdos del país o cosas típicas de allí.

Desde Bran nos fuimos a Prejmer. El pueblo está ya en la llanura y el paisaje es un secarral, lo poco que vimos del pueblo me pareció feo y aburrido pero nuestro objetivo era la iglesia fortificada. En algunos pueblos transilvanos fortificaron las iglesias con murallas, a veces hasta 3 anillos, para que en caso de ataque, los campesinos se refugiaran en ellas. Algunas de estas iglesias fortificadas son patrimonio de la humanidad, como la de Prejmer. Personalmente me pareció de lo más interesante del viaje. La iglesia está en el centro, y alrededor están las murallas. En los muros de las murallas construyeron más de 200 habitaciones para las familias de la gente del pueblo y también para almacenar provisiones. Tenían hasta talleres, escuelas, etc. Fue una visita muy instructiva y además estábamos prácticamente solos, que se agradecía tras las multitudes de Bran.



Por la tarde fuimos de camino a Biertan, que era la última visita del dia antes de llegar a Sighisoara. Es otro pueblo con iglesia fortificada. Aqui se veían claramente las tres murallas, pero era menos espectacular que la de Prejmer.

[omaringa]

Dia 8 de Agosto: Este dia iba a ser tranquilo... en teoría. El plan era dedicar el dia a ver la ciudad de Sighisoara, quizá la ciudad con el centro histórico mejor conservado de Rumanía y Patrimonio de la Humanidad. La ciudadela medieval se conserva casi intacta, inclyendo gran parte de las murallas y varias de las torres defensivas, cada una custodiada por un gremio diferente. Entramos por la puerta principal de la ciudad, la Torre del Reloj.




Al igual que Brasov es una ciudad sajona, por lo que las iglesias del centro no son ortodoxas. En esta ciudad nació Vlad Tepes, ya que su padre estuvo viviendo allí unos años. Ahora su casa natal se ha convertido en un restaurante, según muchas de las guias, de dudoso gusto. Primero dimos una vuelta por la parte baja de la ciudadela, incluyendo la plaza principal, escenario de la última quema de brujas en Europa.

Después subimos a la parte alta a través de unas escaleras cubiertas construidas para que los estudiantes pudieran subir a la escuela de la colina en el crudo invierno transilvano. En la colina hay ahora una escula de música y una iglesia con un cementerio alemán. Algo curioso es que por toda la ciudad se escuchaba tocar instrumentos en algunos edificios. Volvimos a bajar a la parte baja y allí visitamos la Torre del Reloj, que incluye una exposición sobre la historia de la ciudad y una parte dedicada a un científico de allí que fue el precursor de los viajes espaciales. Las vistas desde arriba eran espectaculares.

Después fuimos a buscar un sitio para comer, pero antes intentamos visitar la catedral ortodoxa pero estaba cerrada. Elegimos un restaurante típico rumano y allí conocimos a una pareja, él español y ella rumana, que nos recomendaron ir a Sibiu, una ciudad a 90 Km de Sighisoara. Nuestro plan era descansar por la tarde en el hotel y volver al centro al atardecer, para ver la ciudad a esa hora y cenar allí, pero a mis compañeros de viaje les dio el arrebato y nos fuimos a Sibiu. La distancia era corta... pero tardamos 2 horas y media!! la carretera era infernal, todo el trayecto estaba en obras y un tráfico muy denso. Cuando llegamos a Sibiu solo nos dio tiempo de visitar las tres plazas centrales y tomarnos un heladito en una cafeteria de por allí, y un paseo corto por la principal calle comercial. Esta ciudad es también muy bonita y además está muy cuidada ya que fue capital europea de la cultura en 2007 y la arreglaron, pero yo prefiero Sighisoara. Son características las ventanas de las buhardillas con forma de párpado.



Para volver a Sighisoara decidimos coger una carretera secundaria, ya que la principal estaba en obras, y tardamos una hora menos y eso que parte del camino fue de noche y nos pilló la hora de recogida de las vacas, por lo que en varios pueblos acabamos rodeados, literalmente, por vacas que volvían a sus casas.

El hotel de Sighisoara nos dejó marcados. En booking ponía un precio, bastante barato, pero es que allí nos costó mucho menos, sólo 11 euros por noche incluyendo el desayuno a la carta, podías pedir lo que quisieras que te lo servían Y encima el hotel esaba muy bien y el restaurante era de los mejores de la ciudad.

[omaringa]

Dia 9 de Agosto: esta vez tocaba dia de coche. Dejábamos Transilvania y nos íbamos a Maramures, quizá la región más campestre de Rumanía. Está en el norte del país, lindando con Ucrania. De hecho, la ciudad en la que dormimos, Sighetu, era un puesto fronterizo. Tardamos 7 horas en hacer 350 Km, pero es que la parada para comer fue larga, 2 horas entre que nos sirvieron y comimos. Esto es algo habitual en Rumanía, el servicio en los restaurantes es lento generalmente, ya que todo está preparado en el momento.

El hotel de Sighetu fue el segundo mejor del viaje, era precioso y ubicado en medio de un parque con un rio detrás. Era un poco como el hotel de la película "El Resplandor", y tenía una terraza muy agradable con música en directo. Lástima que sólo pasamos una noche allí y además teníamos que madrugar.



Nos hubiera gustado pasar a Ucrania, pero era ya tarde cuando llegamos.

[omaringa]

Dia 10 de Agosto: Este dia lo dedicamos a la Rumanía más rural, y en algún caso, la más sorprendente. El primer destino fue Sapanta, un pueblo famoso por su cementerio alegre. Le llaman así porque las lápidas tienen un color azulón curioso e incluyen imágenes sobre la vida del difunto o sobre su muerte, y además un texto en tono jocoso donde se relatan hechos de su vida o sobre cómo murió. Fue una visita muy curiosa y nos entretuvimos un rato viendo las diferentes tumbas, lástima no saber rumano para poder leer los textos.



El creador original de las tumbas también está enterrado allí, y su casa es ahora un museo que también visitamos.

Después emprendimos en camino hacia la ruta de los pueblos con iglesia de madera, hay muchas en esta región, pero nos centramos en las que son Patrimonio de la Humanidad por estar mejor conservadas o por su importancia. Al final nos parecían todas iguales, pero fue curisoso verlas porque estaban en pueblo muy pequeños y sin apenas turistas. En Barsana nos perdimos porque estaba muy mal señalizada, pero encontramos un rumano que vive en España que nos llevó hasta allí. Por dentro las iglesias están decoradas con pinturas realizadas sobre la madera, y destaca la de Poienile Izei por sus pinturas sobre el infierno. Estos pueblos me recordaban mucho a los que salían en el juego de Van Helsing de la Xbox.
Y por supuesto, todas están en medio de cementerios.




Al terminar la ruta fuimos a Viseu de Sus, el pueblo donde dormiríamos esa noche, pero esta el alojamiento sería un poco peculiar. En Viseu hay un tren de vapor que recorre las montañas y que antiguamente se utilizaba para traer madera (todavía sigue en uso esa línea para ese fin), y está la opción de hacer noche en la propia estación en un tren habilitado con coches cama. También incluía la cena y desayuno en el vagón comedor. Después de cenar nos pudimos sentar a tomar el "fresco" en unas zonas habilitadas con pufs y braseros junto al rio, que venían muy bien porque hacía mucho frio!!! pero era un gustazo estar en pleno agosto tapados con mantas alrededor del fuego jejeje.

[omaringa]

Dia 11 de Agosto: Tras pasar la noche en el tren, que resultó más cómodo de lo que yo esperaba, desayunamos en el vagón restaurante y después nos pasamos al tren turístico de vapor. La excursión duró desde las 9:30 hasta las 3:30 aproximadamente. Pasamos la mañana recorriendo el valle del Vasser, ya que el tren iba paralelo al rio en casi todo su recorrido. Estre tramo de via se utilizaba antiguamente para transportar la madera de los bosques de la montaña hasta Viseu de Sus, y todavía hoy tiene ese uso, aparte del turísitico. En algunos puntos pudimos ver zonas donde estaban cortando troncos y preparándolos para enviarlos a Viseu.

El viaje transcurre entre frondosos bosques y montañas, haciendo alguna parada para contemplar el paisaje y hacerse algunas fotos. Sobre las 12 se llega al final del recorrido, donde hay instalado un chiringuito donde puedes comer salchichas, carne, etc. Allí pasamos casi una hora y después emprendimos la vuelta a Viseu donde teníamos aparcado el coche.







Después emprendimos el viaje hacia Gura Humurului, en la zona de Bucovina, ya en la Moldavia rumana. Eran apenas 150 Km pero se nos hicieron eternos!!! había que atravesar zonas de obras, un puerto de montaña, y tramos bastante largos con agujeros en la carretera donde cabía la rueda del coche. Al menos el paisaje compensaba, sobre todo en Bucovina, que quizá fue el paise de Rumanía que más me gustó. Por cierto, en este trayecto casi agotamos el depósito de gasolina del coche y nos pusimos algo nerviosos porque no veíamos ninguna gasolinera. Al final encontramos una muy nuevecita, a todo lujo... y era de una marca azerí, hasta tenían la bandera de Azerbayán en la gasolinera!! Esa noche nos quedamos en un hotel que fue el peor del viaje, con una cama incomodísima y sin desayuno.

[omaringa]

Dia 12 de Agosto: Este dia lo dedicamos a conocer los monasterios pintados de la zona de Moldavia. En Rumanía debe haber cientos de monasterios pero los más importantes y reconocidos se concentran en la regiónd e Bucovina y Gura es un buen punto de partida porque queda cerca de unos pocos. Hay 7 u 8 que están declarados patrimonio de la humanidad por su buen estado de conservación, nosotros visitamos 3: Voronet, Humor y Moldovita.

Estos monasterios se caracterizan por estar pintados prácticamente en su totalidad con escenas de la biblia y de santos, tanto en el interior como en el exterior. Algo que nos sorprendió es que todos tenían los dibujos prácticamente iguales!! se nota que todos seguian el mismo patrón. Hoy en dia siguen habitados por monjas pero están abiertos al público.´







Rumanía es un país con mucho bosque, pero la zona de Bucovina en particular me pareció espectacular en cuanto a paisajes, la más verde y frondosa de todas las que vimos. Me recordaba un poco a zonas de los Alpes. Además hizo un dia de frio y lluvia, con niebla en las montañas, lo que le daba un aspecto aún más bonito.

[omaringa]

Dia 13 de Agosto: Dia de transición. Las visitas turísticas ya había terminado y este día teníamos que volver a Bucarest ya que al día siguiente cogíamos el vuelo de vuelta a España. Salimos temprano de Gura ya que había 450 kilómetros hasta la capital y con las experiencias que teníamos en las carreteras temíamos llegar muy tarde.

Sin embargo, el camino fue bastante cómodo, ya que la mayor parte del recorrido fue por "autopista". Y lo entrecomillo porque en realidad no era una autopista, si no una carretera con arcenes anchos y la gente conducía por el arcén, dejando los carriles para adelantar. Tras superar la caótica y ruinosa circunvalación de Bucarest conseguimos encontrar nuestro hotel, un 4 estrellas que era el mejor de todo el viaje.



El hotel incluía un spa, con jacuzzis, piscina, saunas, baño turco, solarium, etc. Tenía además un gimnasio enorme y todo estaba muy bien cuidado y nuevo. Las habitaciones eran amplias, con aire acondicionado y bien equipadas, por lo que después del cutre hotel de Gura era como estar en el paraíso.



Por la tarde disfrutamos de las instalaciones del hotel, y por la noche fuimos a cenar al centro de la ciudad para intentar entrar en la cafetería que no pudimos el primer dia que visitamos Bucarest. Lo conseguimos, pero estaba atestada de gente pese a ser un lunes. La comida estaba buena, pero más cara que en cualquier otro restaurante de los que habíamos probado, y además el servicio fue un poco deficiente, sobre todo a la hora de los postres, que tardaron 45 minutos!! Eso sí, el interior es realmente espectacular, todo de madera y con vidrieras.



Y con esto terminaba nuestro viaje... ya que al dia siguiente a mediodia volvíamos a España.

En conclusión, Rumanía es un país que me ha gustado bastante. Tiene una historia muy interesante y por eso tiene cantidad de sitios para visitar, y con un paisaje variado y bonito, pero tienen que mejorar las infrastructuras, sobre todo las carreteras!!! Y de momento es bastante asequible económicamente para los españoles, que cada vez quedan menos sitios así. Además la gente nos ha resultado muy simpática y te puedes desenvolver perfectamente en inglés e incluso en español en muchas partes. Sin duda, lo recomiendo.

[Malediction]

Guau, chicos, la verdad es que ahora me apetece mucho más ir. El otro día en Cuatro Milenio hablaron de Vlad y salieron imágenes de varios castillos, y salió Bran. Me parece una maravilla, y algunas de las fotos que habéis puesto son chulísimas.