Otros aspectos:
Comida: Como ya comenté, en el viaje estaban incluidas todas las comidas, excepto el día 8 de Agosto. Siempre fue comida típica china, y estábamos algo expectantes porque en España solemos ir mucho a restaurantes chinos y nos habían dicho que la comida de allí no tenía nada que ver. La verdad es que encontramos platos muy parecidos (ternera con cebolla, cerdo agridulce, pollo con almendras...) y otros que no habíamos visto nunca, así que hubo un poco de todo. Quizá la más parecida a la comida que sirven aquí es la comida de Shanghai, más suave que otras. En Chongqing era más picante, y eso que pidieron que fuera poco picante, pero siempre había un plato más fuerte para que lo probáramos.
Lo que no hemos visto ni uno en todo el viaje son los rollitos de primavera, que al parecer son típicos del norte, cerca de Corea. En cuanto a postres, supongo que habrá más cosas, pero nos pusieron siempre sandía, y en los buffet había mucha fruta como postre (sandía, melón, fruta de dragón).
Incluso en los aviones la comida que servían era también china, así que hemos acabado un poco saturados
y la última noche en Shanghai fuimos a comer algo occidental.
Ya he comentado también lo del pato laqueado, si algún día vuelvo a China espero poder probarlo en un restaurante en condiciones que se dedique a eso en exclusiva.
Seguridad: China es un país muy seguro, tanto en las grandes ciudades como en las zonas rurales. Las leyes son muy duras contra los delincuentes y hay mucha policía. Por ejemplo, si pillan a alguien con 50 gramos de coca la condena es la pena de muerte... no se andan con chiquitas. De ahí que no haya problema si se viaja por allí, solo o en grupo.
Quizá hay dos "peligros" que pueden afectar a los turistas, el primero y más común es el de los billetes falsos. En China apenas hay monedas, casi todo son billetes, y circulan muchos billetes falsos. Ellos los identifican rápido pero a los turistas es fácil colarles alguno. A nosotros no nos pasó pero a compañeros del viaje sí. El truco es tocar el cuello de la camisa de Mao, si es rugoso es bueno. También se nota en el sonido que hacen al doblarlos.
El otro es el caso de que algún chico o chica joven se acerquen a los turistas diciendo que quieren practicar inglés. Le llevan a una tetería donde se piden unos tes y cuando traen la cuenta es una cantidad desorbitada, quizá 300 euros por un par de tes. Evidentemente es un trapicheo con los camareros, pero esto no le ocurrió a nadie en nuestro grupo.
Compras: En las tiendas oficiales y en las tiendas de marcas no se regatea, precio fijo. En tenderentes, mercadillos, tiendas de souvenirs y en los mercados de imitaciones de Beijing y Shanghai sí se regatea, y el precio final dependerá de la habilidad de cada cual. Los chinos montan el numerito al regatear, se cabrean, lloran, te llaman tacaño... pero si te lo venden es que ganan dinero, por muy poco que te parezca a ti.
En general los chinos nos han parecido gente maja, y algo frikis, pero los vendedores suelen ser MUY agresivos, a mí es algo que me tira para atrás a la hora de acercarme a un sitio a comprar, pero forma parte de su cultura.
Fotos: A los chinos les encanta hacerse fotos, creo que esto lo comparten con otros países asiáticos como Japón, y sobre todo, si es con occidantales. Muchos de los que te encuentras en las zonas turísticas son gente de las provincias que están de turismo también y quizá no han visto un occidental en persona en su vida, y por eso se quieren hacer fotos con nosotros. Algunos te lo piden claramente, otros se acercan tímidamente y se hacen la foto con disimulo a tu lado. Eso es muy divertido, ver cómo se van acercando pensando que no estás dando cuenta jajaja. Ya cuando les dices que se acerquen y posas con ellos entonces se sueltan. Esto nos ha dado grandes momentos en el viaje.
También hay que destacar a los niños, que muchas veces quieren practicar contigo el inglés que están dando en el cole y te preguntan cosas básicas pero ellos se muestran muy ilusionados con ellos.
En resumen, es un viaje que nos ha encantado. China es muy diferente a los viajes que solemos hacer, por Europa, y ya había ganas de cambiar de aires. Nuestro viaje costó 1500 euros con todo incluido porque era Agosto, pero en otras fechas (mayo, junio, finales de agosto), salía por 999 euros. Otros operadores ofrecen viajes similares, sin comidas o media pensión por 2200 o 2300 euros, así que la oferta era buena.