El corazón de Eiji se salta un latido ante el comentario de Libertà, notando un repentino calor por su cara.
Eiji: Je je je...Sí, de la familia...- Eiji respira mas tranquilo al tener algo de distancia de Liberta, agradeciendo con la mirada a Felicità.- Eso sería...curioso. Eres un tanto distinto a Felicità...aunque ya me dijo que nos llevaríamos muy...bien.
Eiji retira de su frente un mechón rizado de pelo, disimulado. Entonces se centra en las palabras de Luca.
Eiji: Aquí pocas cosas pasan por casualidad...- murmura Eiji mientras repasa mentalmente la inscripción de la puerta y el hecho de que hayan traído a dos personas queridas de Felicità. La parte paranoica de su mente dejó de estar enmudecida y en esos momentos estaba gritando. La tez de Eiji empezó a perder el color rosado para dejar paso a un notable pálido.- ¿No creéis que podríamos estar mas cómodos en la cueva? No digo que vuestras habitaciones no sean cómodas ni nada por el estilo, pero en la cueva estaríamos mejor y...
Eiji comenzó a hablar nerviosamente, lanzándole una mirada de urgencia, apenas disimulada, a Felcità para salir de allí. Si tanto Luca como Libertà habían sido llevados hasta allí en el preciso momento en el que ellos habían descubierto la puerta, era posible que hubiesen estado monitorizando los movimientos de ambos en la cueva.
Eiji: ¡V-vamos! Os enseñaremos la cueva por que hemos deambulado por días...- Eiji imita el movimiento que hacía unos segundos le había hecho Libertà, pasando su brazo sin problemas por encima de sus hombros y medio arrastrándolo por la puerta que habían entrado la chica y él mismo, igual de nervioso que antes, pero con distintos motivos.
