WAY 2021 - Rusia - Manizha - Russian Woman
Publicado: Mar Ene 04, 2022 7:45 am
Cadena: C1R
Método de selección: Natsionalnyi otbor
Fecha: 08/03/2021
Intérprete: Manizha
Título de la canción: Russian Woman
Título en español: Mujer rusa
Idioma: Inglés y ruso
Compositores: Ori Avn, iOri Kaplan y Manizha
Letristas: Manizha
Videoclip
https://www.youtube.com/watch?v=l01wa2ChX64
Actuación en directo
https://www.youtube.com/watch?v=V-Di9A28e5E
De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, una serendipia es un hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual. Es un neologismo tomado del inglés que fue acuñado por Horace Walpole en 1754 a partir de un cuento tradicional persa llamado "Los tres príncipes de Serendip". Este era uno de los tantos nombres antiguos de la actual Sri Lanka, en donde los tres hermanos resolvían sus problemas a través de geniales casualidades. Y no lo era de cualquier idioma, lo era del persa o farsi, idioma hablado hasta el día de hoy principalmente en Irán, Afganistán, Uzbekistán y... Tayikistán.
¿Y qué tiene que ver este lejano país ubicado en medio de Asia Central con esta historia? Porque de allí vino la serendipia de la que vamos a hablar ahora mismo, en donde un cúmulo de circunstancias nos permitió ver algo mágico que seguramente no habríamos podido ver de otra manera.
Manizha Dalerovna Sangin nació el 8 de julio de 1991 en Dusambé, en la entonces RSS de Tayikistán, perteneciente a la Unión Soviética. Es cantante, compositora y Embajadora de Buena Voluntad del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados). Hija de un médico y de una psicóloga y diseñadora de ropa, sufrió el rechazo de su padre por su decisión de seguir una carrera en la música. Pero eso no fue suficiente para romper la voluntad de Manizha, nieta de una de las primeras mujeres tayikas en quitarse el velo, lo que le costó la custodia de sus hijos en su época. De hecho, tanta es la admiración que tiene por su abuela que utiliza legalmente su apellido. Volviendo a la historia, en 1994 huyó junto a su familia por la guerra civil en Tayikistán. Refugiada ya en Moscú, inició sus estudios musicales mientras iniciaba la carrera de psicología en la Universidad Estatal de Humanidades de Rusia. Luego de pasar por varios grupos musicales desde 2003 a 2011, se mudó a Londres y luego a Nueva York para continuar su formación. Retomó su carrera en 2016, de manera independiente y publicando discos en solitario.
Si llevas un tiempo siguiendo Eurovisión, sabrás que Rusia no es un país muy adepto a llevar a artistas de este perfil. Todo lo contrario, los últimos años del país se han caracterizado por llevar candidaturas pensadas al milímetro con grandes nombres de su panorama musical diseñadas para gustar e impactar. Luego de haber confirmado participación para 2021, todo apuntaba a que Little Big repetiría luego del bombazo que representó UNO, que a día de hoy sigue siendo una de las canciones eurovisivas más vistas en el canal de YouTube del festival, sin siquiera haberse cantado en directo. Pero en marzo de 2021 Channel 1, encargado de la participación rusa en Róterdam, confirmó que se iba a realizar una final nacional, lo que encendió todas las alarmas. Por motivos poco claros y que seguramente nunca conoceremos del todo, nos enteramos en la misma gala que Little Big rechazó volver y había tres participantes dispuestos a sucederlos: Therr Maitz, #2Mashi y Manizha, claro está. Ganando con un 39.7% de los votos, así fue como nuestra protagonista se ganó su viaje a Países Bajos.
Y de qué manera. No es exagerado decir que supuso una revolución para Rusia en Eurovisión.
Русская женщина (Russkaya zhenshchina), luego rebautizada como Russian Woman, es todo lo que no te esperarías ver por este país: una canción que mezcla elementos de pop, folk, hip hop y rap, con una letra feminista en ruso e inglés que llama a todas las mujeres del país a ir a por todas y comerse el mundo mientras se hacen referencias a problemáticas como body-shaming, abandono familiar, racismo, entre otras. No obstante, al entrar en ella es cuando entiendes su genialidad. Mi línea favorita de la canción es cuando Manizha canta ...ispokon vekov, s nochi do utra, zhdyom my korablya, que significaría algo como "...de la noche a la mañana, esperando a un barco", que es una referencia directa a la novela "Velas Rojas" (Алые паруса), publicada por Aleksandr Grin en 1923, en donde la protagonista espera a un hombre que llegará en un barco. Otro punto genial de la propuesta es que en Rusia existen dos gentilicios de "ruso": русские (russkiye) que hace referencia a la etnia rusa y россияне (rossiyane) que hace referencia a la ciudadanía de la Federación. La canción es doblemente irónica por utilizar el primer término, lo que fue la gota que colmó el vaso y le valió feroces críticas de numerosos sectores políticos, religiosos y conservadores en el país, que ya la tenían en la mira por apoyar abiertamente a la comunidad LGBT+. ¿Cómo una refugiada tayika iba a atacar a tan viva voz las bases de su respetable y gloriosa sociedad ante toda Europa (y Australia)?
¿Le habrá importado esto a doña Manizha Sangin? La respuesta no les sorprenderá. Bueno, en verdad sí, sufrió bastante, que hasta le llegaron a desear que su avión a Róterdam se estrelle. Pero ella lo tomó como un impulso para seguir porque sentía que estaba haciendo lo correcto. Aquí dejo una entrevista para la BBC en donde habla sobre aquello.
https://www.youtube.com/watch?v=jbpi-yW_8G0
No obstante, también tuvo mucho apoyo entre sus compatriotas. Tanto, que no dudaron en ayudarla para la puesta en escena. Y así llegamos a la primera semifinal, aquel 18 de mayo de 2021 que marcó el regreso de nuestro festival a las pantallas luego de la pesadilla de 2020. Con una escenografía cargada de mensajes, desde un vestido hecho con retazos de telas de vestidos tradicionales de todas las etnias de Rusia, pasando por mensajes de empoderamiento, un overol que hacía referencia a sus orígenes trabajadores, pinturas de estilo tradicional hechas por Natalia Goncharova y un emocionante collage de mujeres de toda Rusia, Manizha y sus coristas se lo jugaron todo. Rusia, por primera vez en años, estaba representada por algo que podías sentir transparente, honesto y real. Por sobre todo real.
Europa respondió. Rusia se clasificó a la final quedando tercera en la final con 225 puntos (117 del jurado y 108 del público). En la final, se tuvo que conformar con un noveno puesto y 204 puntos (104 del jurado y 100 de la audiencia), con los 12 del jurado azerí y de los espectadores moldavos. Por su parte, en la semifinal había recibido el 12 del televoto israelí y de los jurados de Azerbaiyán, Bélgica y Países Bajos. Observando la distribución de los puntos recibidos del uno al diez, es claro que el mensaje caló en diferentes geografías y culturas: desde Portugal hasta Ucrania, desde Islandia a Chipre. Por primera vez en mucho tiempo, nadie puede decir que a Rusia "la votaron solo los vecinos". Ojalá la C1R haya entendido y veamos más cosas así al menos en los años impares, que se agradecen.
Seguramente una canción como Russian Woman jamás habría pasado ningún filtro en un año normal, pero una suma hermosa de casualidades nos permitió tener una de las serendipias más especiales que hayan pasado por el ESC. Rusia no fue a ganar a Róterdam, pero eso no importa. Fueron a algo mucho más importante y tuvieron éxito.
Manizha, gracias.