Nacida en Narvik (Noruega) en 1945, fue el fruto de la unión de una joven noruega y un oficial alemán durante la ocupación nazi del país escandinavo en la II Guerra Mundial. Los alemanes buscaban mujeres de aspecto ario para mejorar la raza, tanto en la propia Alemania como en los países ocupados, y Anni-Frid fue uno de los 12.000 niños nacidos bajo esa premisa, llamados “bastardos de los alemanes” y repudiados por la población noruega tras la derrota nazi.
Debido a eso, Anni-Frid y su familia decidieron buscar cobijo en Suecia, pero desgraciadamente, su madre falleció cuando ella contaba solamente con dos años, siendo criada entre muchas estrecheces económicas por su abuela. Vamos, que su infancia no fue un camino de rosas.
Enseguida se comprobó que la niña tenía un gran talento para cantar, y a los trece años ya obtuvo un empleo como cantante de jazz. A partir de entonces, poco a poco, fue forjando una carrera musical que abarcaría varios años, creando su propia banda y decidiendo posteriormente actuar como solista. En 1967 aparece en un programa de televisión con gran audiencia en Suecia, y su voz encandila a espectadores y, lo que es tal vez más importante, diversos productores musicales, uno de los cuales le permite grabar su primer disco en solitario. Un año después, en otro programa musical de televisión, conoció a quien sería su compañera durante años, la rubia Agnetha Fälkstog.
En 1969 quedó cuarta en el Melodifestivalen, y se encontró con el que sería su posterior marido, Benny Abdersson. ¿Os van sonando los nombres que aparecen?
Aun estaría un par de años resistiéndose a actuar junto a su marido, su amiga Agnetha y el marido de esta última, Björn Ulvaeus, ya que su carrera como solista iba viento en popa, pero finalmente en 1972, los cuatro decidieron unirse para crear el mítico grupo pop ABBA.
Tras la disolución de los respectivos matrimonios y de la banda diez años después, Anni-Frid, con el nombre de Frida, volvió a actuar en solitario, y su primer álbum post-ABBA, grabado en inglés, fue producido nada menos que por Phil Collins. Alcanzó bastante éxito internacional, lo mismo que su segundo álbum, “Shine” (1984), del cual se extrajo como single principal la canción del mismo nombre, pero en años posteriores dejó la música en segundo plano para dedicarse a labores humanitarias, realizando actuaciones para recaudar fondos para organizaciones de protección a la infancia y al medio ambiente.
Sus grabaciones se han espaciado con los años, aunque su matrimonio en 1992 con el príncipe Henrich Ruzo Reuss von Plauen (no tiene nada que ver con la ciudad catalana de Reus, me temo
) no le impidió seguir vinculada con la música y sobre todo, con el grupo que le dio su mayor esplendor, apareciendo en muchas de las premières y estrenos del musical “Mamma Mia!”https://www.youtube.com/watch?v=mJ0XZZ3p70g
