FICHA TÉCNICA COMPLETA DE LA CANCIÓN
Actuación en la final:
https://www.youtube.com/watch?v=kTb69WkBbvs
Videoclip:
https://www.youtube.com/watch?v=eVbShUW6QBM
Actuación en la semifinal
Actuación en la preselección
Islandia, el único país nórdico que aún no había ganado el ESC, se encaminaba a Tel Aviv para su 32ª participación en el certamen eurovisivo cargando a sus espaldas con la peor racha en el festival de su historia, tras haber sufrido cuatro eliminaciones en semifinales consecutivas. Estos varapalos incluían un ultimísimo puesto la edición anterior y cero puntos del televoto (sí, hombre, la del chiquillo que estaba siempre con Almaia, que imagino que vuestras memorias selectivas harían todo lo posible por eliminar aquella canción de vuestros recuerdos).
Una vez más llevaron a cabo su tradicional preselección, el Söngvakeppnin. De las diez canciones preseleccionadas, la única que no daba gana de cortarse las venas el único tema que llamó mínimamente la atención fue Hatrið mun sigra, del grupo Hatari, una canción que además de tirar cierto shade a cierto estado que no mencionaré para no iniciar otro debate absurdo presentaba una Europa distópica consumida por el odio tras el ascenso al poder de la extrema derecha. Gustase más o menos, el definido por Santa Wikipedia como un tema dance-punk/digital hardcore/EBM/crust punk/industrial/techno se diferenciaba claramente de las nueve baladas desfasadas en islandés que tenía por rivales. Enseguida se colocó como la gran favorita de la preselección de este y otros portales eurovisivos y, a pesar de los miedos al antivoto y a las ganas de no llamar la atención que pudiera tener la delegación islandesa, Hatari como grupo se habían convertido ya en un fenómeno en su país y no tuvieron problema alguno para que el televoto los erigiese como representantes de la nación isleña.
De cara al festival estuvieron desde el inicio en las quinielas a los puestos altos, aunque si bien alejados de lo que era la posibilidad de victoria. Lo cierto es que ninguna canción en islandés había sido eliminada en semifinales del concurso y no parecía que esta suerte fuese a cambiar este año... ¿o sí?
Islandia debía actuar en la primera semifinal en el puesto 13, inmediatamente después de la sencilla puesta en escena de Australia y justo antes del despliegue de calidad vocal por parte del sueco que se hacía pasar por representante de Estonia. La escenografía islandesa fue en la línea del videoclip y la estética del grupo. Tras la desaparición de MARUV del festival, Hatari eran los encargados de tirar del carro prostitutivo del ESC 2019 y, ciertamente, no defraudaron. Látex, arsenes, pinchos, fuego, negro e insinuaciones varias fueron los protagonistas de su actuación.
Islandia fue anunciada en el noveno sobre de la semifinal, consiguiendo la vuelta del país a una final que no pisaba desde 2014 y que a mí me diese un infarto
Más tarde se sabría que habían conseguido ganar el televoto y ser octavos en el jurado, lo que les había valido un tercer puesto en la semi.Así, Hatrið mun sigra sonó en el puesto 17 de la final, entre el amago de candidatura británica y, una vez más, Estonia. La actuación de la final estuvo marcada por aún más desafines de lo normal de nuestro querido Klemens Nikulásson Hannigan y por ir el vocalista Matthías Tryggvi Haraldsson a destiempo durante toda la segunda estrofa de la canción dando lugar a un auténtico cuadro picassiano. En definitiva, lo único glorioso que les quedaba por hacer a Hatari para redondear su candidatura
Tras las votaciones, Islandia finalizó en el sexto lugar para el televoto y se llevó la decimosexta posición del jurado, lo que dio como resultado un top 10 raspado y la mayor puntuación de una candidatura islandesa de la historia del certamen. Paradójicamente, o quizás precisamente por ello, Hatari se llevaron, además de la de Finlandia, las máximas puntuaciones en televoto de Hungría y Polonia, esto es, los dos países de la Unión Europea con gobiernos más escorados a la derecha.
Ya hablando en términos personales, este tema fue para mí la luz en uno de los años más flojos y olvidables del ESC reciente y sin duda va a ser la candidatura de la que siempre me acuerde echando la vista atrás a Tel Aviv 2019. Más allá de debates que he intentado evitar del tipo Hatari son esto o lo otro, Hatari hicieron esto o aquello, Hatrið mun sigra me parece una canción que destaca por sí sola y debe ser recordada como tal.
Solo me queda deciros que tengáis un gran año 2020 y que no olvidéis el mensaje que Hatari nos quisieron hacer llegar: en estos tiempos de división, tened presente el amor antes de que el odio triunfe
REDES SOCIALES DE HATARI
Pero vamos, perfecta la elección de Islandia, así es como hay que elegir en una pre, lo diferente, y no cualquier cosa muy vista y random como lo que tenían. Aparte de que la canción de Hatari, originalidad aparte, es un gran temazo.
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